tag:blogger.com,1999:blog-32254875961955522842024-03-13T22:45:34.943+01:00Yo JanePerderse es quizás una forma de encontrarseÁngela Gondohttp://www.blogger.com/profile/03654579235939571965noreply@blogger.comBlogger131125tag:blogger.com,1999:blog-3225487596195552284.post-32682610077204094302015-05-20T13:45:00.000+02:002015-05-20T14:16:28.118+02:00Resistencia<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Hace unos años la habrían llamado
doña Paula; pero hoy, sin el tratamiento delante del nombre, recuperaba cercanía
en un espejismo de juventud. Le costaba reconocer que casi una década había pasado
desde que cruzó la frontera del medio siglo y, agitando la melenita bien
cortada y teñida, pretendía ahuyentar las sombras del tiempo que le apagaban la piel y ralentizaban andares.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Cada mañana abría el armario
escogiendo las favorecedoras prendas que vestían un cuerpo aún esbelto y de apariencia juvenil. Sabios retoques en el maquillaje devolvían una imagen en el espejo de
edad indefinida, suspiraban los años recuerdos pasados, y el presente respiraba
la esencia de un perfume tan delicado y sutil como una esperanza.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
¿Dónde estaban los quince, los
veinte, los treinta e incluso los temidos cuarenta? Las manchas de sus manos
inventariaban escrupulosamente el paso de la vida y los dedos, aunque afilados en
perfecta manicura, cada día se descubrían más nudosos, semejantes a las ramas de un árbol
viejo de savia lenta.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
El ayer sin arrugas ni miedos, de
manos explorando rincones y revolviendo cabellos, de ojeras felices en sabanas
revueltas, de palabras inventadas en la pasión y la ternura amaneció en un
presente a solas ante el espejo de la propia vida. Y Paulita, Pauli, Pau… dieron paso a Paula, que discreta y correcta, cubre de calma las
cicatrices de la vida mientras amordaza de dignidad la soledad que le aferra la
garganta.</div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<iframe allowfullscreen="" class="YOUTUBE-iframe-video" data-thumbnail-src="https://i.ytimg.com/vi/2pRmTJjBr6c/0.jpg" frameborder="0" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/2pRmTJjBr6c?feature=player_embedded" width="320"></iframe></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<o:p><br /></o:p></div>
Ángela Gondohttp://www.blogger.com/profile/03654579235939571965noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-3225487596195552284.post-43711669552586057922015-02-12T12:14:00.000+01:002015-02-12T12:14:06.069+01:00RETORNO<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana;">Una
de las frases más manidas que circulan como ejemplo de una verdad demostrada es
la que dice que el criminal siempre regresa al escenario del crimen. No soy un
criminal, no hay crimen, no hay escenario, pero podría aplicarme esta especie de aforismo,
porque aunque ahora la llamémosle “vida real” me ancla con fuerza a la tierra,
una imaginación tan rebelde como poderosa sigue exigiéndome el tributo de
juntar letras que den forma a las historias y vistan las imágenes que me
regala.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana;">No
he escrito desde hace casi un año sin
más motivo que un miedo encubierto de pereza a la pantalla. Pero persiste la necesidad de liberar una voz que, más allá de las frases que anuda al día a
día, dé visibilidad con sus matices, contrastes y coherencia a la mujer que
existe tan real como ajena a esa tarjeta en la que una serie de números y un
nombre la identifican ante el mundo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana;">Llueve
y, en un mundo vestido de gris, protegida por mi paraguas rojo, sigo buscándome
en fragmentos amasados de palabras.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<iframe allowfullscreen="" class="YOUTUBE-iframe-video" data-thumbnail-src="https://ytimg.googleusercontent.com/vi/-aOfNveNLtM/0.jpg" frameborder="0" height="266" src="http://www.youtube.com/embed/-aOfNveNLtM?feature=player_embedded" width="320"></iframe></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana;"><br /></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
Ángela Gondohttp://www.blogger.com/profile/03654579235939571965noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-3225487596195552284.post-38494041196581758622014-03-06T22:13:00.000+01:002014-03-11T14:23:31.553+01:00Imaginemos<div class="MsoNormal">
A pesar del frío que se deja notar al oscurecer, ya asoma
por la esquina el rostro fresco de la primavera. Eso pensaba al volver hace un
momento a casa. Vale… fomentaban tan poéticos pensamientos el par de copas de
vino que mi cuerpo llevaba acompañado de sendas tapas, porque (hagamos patria
aunque sea adoptiva) durante un mes en esta ilustre villa existe lo que se ha
dado en llamar la ruta de las tapas. Aquí en concreto se incentiva el consumo
de vino (cómo no) y el queso. El slogan es un poco cutre, pero en su vulgaridad
es pegadizo: “El vino y el queso saben a beso”. Sin comentarios.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Como este es el blog de Jane y yo soy la susodicha (también
redicha alguna que otra vez jajajaja) sigo contando mis impresiones
existenciales (uno de mis vocablos favoritos desde mi época adolescente con
ínfulas intelectuales en que leí a Sartre, Camus y <st1:personname productid="la Beuvoir" w:st="on">la Beuvoir</st1:personname> y algo quedó
aunque <i>je ne sais quoi)</i>.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Pensaba, durante el retorno a mi hogar dulce hogar, que me gusta mi
vida tan imperfecta como perfecta según el ángulo en que se mire, al igual que esa
botella medio llena o medio vacía que siempre sale a relucir a la hora de
relativizar algo. </div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Y andando y pensando porque existo (disculpad la reiterada
tontería, si queréis le echamos la culpa al vino o el queso, porque no ha
habido beso jajaja), pasé por delante de unos contenedores, antes simples depósitos
de basura, por desgracia ahora símbolo de muchas más cosas. </div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Tengo tendencia a buscar historias en los rincones, en los
gestos anodinos, en las palabras escritas con pasión en cualquier muro… Posiblemente
por eso lo vi. Solitario, desvalido, absurdo por sí mismo el guante de lana
negro recortaba la forma de la mano que alguna vez lo necesitó sobre el
asfalto. Era una imagen derrotada que se incrustó en mi retina. Mi lado práctico
pensó que nadie recogería aquel único guante esta noche de marzo, pero mi corazón
loco y algo bohemio se negó a enterrarlo en el olvido y decidió que aquel
guante tenía una historia que contar. Mientras llegaba a casa yo veía una mano
enfundada en él que representaba para un niño las aventuras de una familia. Miré
mis manos buscando ayuda, y mis dedos aceptaron el reto. De nuevo visualicé
aquel guante, pero ya no era un objeto tirando en la calle, era un racimo de
personajes, una familia… El dedo corazón sería el padre y decidí llamarlo Mateo.
La madre representada por el anular se llamaría Elena. Delgado y nervioso, el
dedo meñique encarnaría al hijo inconformista ya desde niño, el pequeño Javier.
Me gusta la idea de un gordito feliz que pide tan poco a la vida que cree
recibir mucho, el pulgar es perfecto para representar a Manuel. Y por supuesto
el índice provocador, curioso y apasionado sería Eva, la jovencita que cree
saber mucho porque apenas conoce el mundo.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Dejo aquí el prólogo de una historia a escribir por
cualquiera de vosotros con vuestras manos, enguantadas o no, en esta noche de
marzo, que casi huele a primavera.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNormal">
¿Jugamos a imaginar?</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.youtube.com/embed/IG1ZU56tsdo?feature=player_embedded' frameborder='0'></iframe></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
Ángela Gondohttp://www.blogger.com/profile/03654579235939571965noreply@blogger.com13tag:blogger.com,1999:blog-3225487596195552284.post-6319443864081697032014-02-20T14:22:00.002+01:002014-02-20T14:38:37.243+01:00Reflejos<div class="MsoNormal">
Podría ser yo…</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Los ojos la delataban tocada y herida al borde del hundimiento
en el mar de la vida. Exponía en frases cortas y tímidas su situación familiar, como si pidiese disculpas por haber fracasado en el desempeño del papel que
hace tiempo el guión del destino le
otorgó.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
El cuerpo frágil temblaba por falta de abrazos, en la piel
se leía desencanto y soledad, y las manos se movían desorientadas.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
La mujer que se sentaba ante mi mesa, y a la que intentaba
persuadir que no era una molestia ni para mí ni para el mundo, podría haber
sido yo, la eterna buscadora de lianas, que hoy le tendía la mano.<br />
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<object class="BLOGGER-youtube-video" classid="clsid:D27CDB6E-AE6D-11cf-96B8-444553540000" codebase="http://download.macromedia.com/pub/shockwave/cabs/flash/swflash.cab#version=6,0,40,0" data-thumbnail-src="https://ytimg.googleusercontent.com/vi/VIZkc9_sw00/0.jpg" height="266" width="320"><param name="movie" value="https://youtube.googleapis.com/v/VIZkc9_sw00&source=uds" /><param name="bgcolor" value="#FFFFFF" /><param name="allowFullScreen" value="true" /><embed width="320" height="266" src="https://youtube.googleapis.com/v/VIZkc9_sw00&source=uds" type="application/x-shockwave-flash" allowfullscreen="true"></embed></object></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
Ángela Gondohttp://www.blogger.com/profile/03654579235939571965noreply@blogger.com8tag:blogger.com,1999:blog-3225487596195552284.post-24438266513159369582014-02-04T12:59:00.000+01:002014-02-05T11:51:09.621+01:00Personal Big Bang (porque todo cambia para seguir existiendo)<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Tahoma;">Durante
un tiempo había bastado con escribir pequeños fragmentos que colgaban, como pájaros
en cables eléctricos, en un universo, real e irreal a la vez, amalgamado con
letras e impulsos electromagnéticos. Era reconfortante desahogar el día a día
de una vida común en unos textos que, en la pantalla, la reflejaban más
divertida e interesante. Pero un día no fue suficiente.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Tahoma;">Él
había sido la voz compañera con la que tantas noches esquivó a la soledad. Ambos
movían las piezas en su lado del tablero, no para ganar la partida al otro, sino a la realidad que arañaba sus vidas. Pero
un día, la música compartida en la imaginación y las confidencias sesgadas, no fueron
suficientes.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Tahoma;">El
día en el que todo cambió llegó inesperado, sin razones aparentes; fue desplazando
espejismos e instalando certezas y, aunque en la superficie nada lo reflejó, todo
fue distinto. Sopló el viento de un adiós tibio y agradecido que alejó las
rutinas que habían sido las lianas de Jane. Llegó un hola ilusionado por vivir
sin anclajes ajenos, y la precariedad del camino sin brújula fue sustituida por un refugio cimentado en las propias necesidades y deseos. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<span style="font-family: Tahoma; text-align: justify;">Y,
al igual que Robinson, sobrevivió en su isla, Jane aprendió a habitar su vida.</span><br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Tahoma;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Tahoma;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.youtube.com/embed/4oVd5tL7hZY?feature=player_embedded' frameborder='0'></iframe></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Tahoma;"><br /></span></div>
Ángela Gondohttp://www.blogger.com/profile/03654579235939571965noreply@blogger.com9tag:blogger.com,1999:blog-3225487596195552284.post-7780894486234309692013-12-04T19:04:00.000+01:002013-12-05T13:44:26.904+01:00Letras Mari's<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 17.2pt; text-align: justify;">
<span style="color: #444444; font-family: Arial; font-size: 12.5pt;">Debería
sobrarme el tiempo, estoy de baja; pues no... me lío. Comienzo levantándome a
las 7'15, como siempre. Tengo que ducharme para oler bien que a las 9 tengo
sesión de fisioterapia. Me lavo el pelo
y, aunque es liso y fino, lo seco durante unos 10 minutos. Luego viene el qué
me pongo, que ahora no es por coquetería, sino por ser práctica. Me van a dar
masajes en la pierna y gluteos. Lo mejor, falda y jersey; con el culo al aire,
pero al menos vestida de cintura para arriba. Decidido. Mmmmm ropa interior.
Discreta, pero que esté bien, que la luzco por partida doble: ante la fisio y
ante la enfermera que me acupunturiza el trasero. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 17.2pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 17.2pt; text-align: justify;">
<span style="color: #444444; font-family: Arial; font-size: 12.5pt;">Salgo a
la calle y, siento no poder decir ahora eso de rauda y veloz, llego a la
consulta. Me pasan a una especie de box. Un chaval que podría ser mi hijo me
dice que me quite la ropa y me tumbe. Me aplica las corrientes (el primer día
era una fisio... ¿dónde está ella?). Pues con otro paciente, aunque más tarde
entra, me quita cables y correas y masajea. Comenta que ay qué ver cómo me
están dejando los pinchazos. Si lo sabré yo… No olvido que después me toca la
inyección. Cumplo. Pinchada voy a tomar café donde siempre desayunamos en
paréntesis laboral. Los hábitos tienden a mantenerse, más cuando te permiten ver
a tus amigas y distraerte un rato.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 17.2pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 17.2pt; text-align: justify;">
<span style="color: #444444; font-family: Arial; font-size: 12.5pt;">Vuelvo a
casa. Previsora, tengo la comida medio
hecha desde el domingo, caldo de pollo con jamón y verduras. Pongo
huevos a cocer y más tarde prepararé sopa. Mi lado Maru me mima.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 17.2pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 17.2pt; text-align: justify;">
<span style="color: #444444; font-family: Arial; font-size: 12.5pt;">Leo un
rato. Las diminutas pastillas lyricas me producen insomnio, así que estoy
haciendo un master de lectura de novelas malas en el ebook a ver si me atonto
del todo. Anoche le tocó a “<st1:personname productid="La Amante Secreta" w:st="on"><st1:personname productid="La Amante" w:st="on">La Amante</st1:personname>
Secreta</st1:personname>”, tan pésima como prometía; pero a la luz del día las
cosas se ven y se leen de otra forma. Mi sensatez lectora me hace seguir con
“Deseo de ser punk” de Belen Gopegui, una historia valiente. Sin embargo por
algún motivo hoy no termino de centrarme en obligado <i>dolce far niente</i>, y como me siento activa decido bucear en el fondo
de mis bolsos y tirar las mil pequeñas cosas acumuladas allí. </span><br />
<span style="color: #444444; font-family: Arial; font-size: 12.5pt;"><br /></span>
<span style="color: #444444; font-family: Arial; font-size: 12.5pt;">Diossss, de tener
habilidad suficiente, se podría hacer un belén completo con los tickets de compra
que aparecen ¿Para qué los guardo si nunca los miro? Salen más cosas en mi
particular arqueología. Una fotocopia del D.N.I. de mi madre cuya mirada, por
entonces ya perdida en la neblina de la desmemoria, me estremece. La guardo con la cobardía de
los que andamos de puntillas por nuestros particulares territorios minados.
Sigo revisando. Resulta que las monedas tienen tendencia a depositarse en el
fondo de los bolsos. Cuento 18 euros con 67 céntimos. Mira qué bien. Y... ¡un
billete de cinco euros todo arrugado! También aparecen algo así como 40
caramelos de chupa chups con sabor a chocolate. ¡Qué pena no poder comerlos!
Algo me dice que están caducados. Se van con el paquete de Halls a la basura.
Salen pañuelos de papel, compresas, toallitas, bolígrafos, notas con teléfonos
que no identifico. Un anillo lleno de colorines que me regalaron y guardé
agradecida pensando ¡glups cómo me pongo esto!, se ha unido a una pareja de
pendientes turquesa que no recordaba tener que me dieron con los puntos del
Druni. Más bolígrafos, dos rotuladores secos, un lápiz, tres brillos de labios,
varias muestras de cremas, frasquitos de muestras de perfume, un stick de Happy
de Clinique (mmm recuerdo que lo compré pensando cuanto deseaba ser feliz). Más
toallitas, éstas para limpiar las gafas. Y más llaves... un viejo juego de mi
casa anterior del que cuelga un buhito de madera tuerto y las llaves de mi
despacho, las que yo siempre afirmé no haber perdido pero era incapaz de
encontrar.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 17.2pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 17.2pt; text-align: justify;">
<span style="color: #444444; font-family: Arial; font-size: 12.5pt;">Observo
la mesa caótica. Voy a comer y, en modo doméstico y responsable, recojo la
cocina. Prosigo ordenando bolsos y foulares, moviéndome sinuosa, cual gueparda
del Serengueti. La ciática manda. Caliento el saco de semillas de cereza en el
microondas. Me amodorro por poco tiempo. Logro coger una postura en la que nada
me duele. Algo retorcida estoy, pero vale… Me llega un whastapp. Me preguntan
“¿Quién te cuida?”. Sin dudar respondo: “Yo”.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 17.2pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 17.2pt; text-align: justify;">
<span style="color: #444444; font-family: Arial; font-size: 12.5pt;">La
tranquilidad me anima a bajar a recoger el regalo que encargué para el
cumpleaños de una amiga. Solo tengo que cruzar la acera. Decidí regalarle un
bono para un masaje relajante. Sé que le va a gustar. Yo llevo años ofreciendo
mi alma de atea a cambio de uno, pero ella es buena y será mejor que conserve la suya, así que el masaje
se lo regalo yo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 17.2pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 17.2pt; text-align: justify;">
<span style="color: #444444; font-family: Arial; font-size: 12.5pt;">Decidida
me coloco las botas, cazadora y foulard. Solo hay que bajar dos pisos en
ascensor y cruzar la acera. El mundo quiere que yo sea fashion y han montado
una peluquería y centro de estética justo enfrente de casa. Pago y me dan el
bonito diploma que ofrece el masaje junto a una tarjeta con teléfono y horarios.
La cita ya la pedirá mi amiga. No pesa nada, y… ¡tengo una idea! Dejo
temporalmente la aparatosa bolsa con el trozo de papel canjeable por toqueteos
relajantes (jajajaja qué porno suena sin serlo), a la vuelta lo recojo, porque
aprovechando que el dolor ha remitido me animo a ir a comprar a Mercadona.
Mañana llegan mis hijos y las reservas alimenticias están bajo mínimos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 17.2pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 17.2pt; text-align: justify;">
<span style="color: #444444; font-family: Arial; font-size: 12.5pt;">Camino
despacio al calor de una tarde absurdamente primaveral (cosas del sureste
español, porque en mi tierra seguro que hace un frío que pela). Entro en el
supermercado y entonces comienza el concurso “Comprar sin que te pese”. Hoy
toca calcular gramos. Comencemos…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 17.2pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 17.2pt; text-align: justify;">
<span style="color: #444444; font-family: Arial; font-size: 12.5pt;">4 Yogures
bifidus fibras (les gustan a los mozos)... No pesa.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 17.2pt; text-align: justify;">
<st1:metricconverter productid="1 Litro" w:st="on"><span style="color: #444444; font-family: Arial; font-size: 12.5pt;">1 Litro</span></st1:metricconverter><span style="color: #444444; font-family: Arial; font-size: 12.5pt;"> de leche fresca
(Carlos la toma así y no puedo acumular en el frigorífico. Recuerdo que hay
otro paquete allí)… Pesa poco.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 17.2pt; text-align: justify;">
<st1:metricconverter productid="1 Litro" w:st="on"><span style="color: #444444; font-family: Arial; font-size: 12.5pt;">1 Litro</span></st1:metricconverter><span style="color: #444444; font-family: Arial; font-size: 12.5pt;"> de zumo de naranja
(esta vez no es vaguería… las naranjas habrían pesado más).<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 17.2pt; text-align: justify;">
<span style="color: #444444; font-family: Arial; font-size: 12.5pt;">Surtido
de 3 patés (son cómodos en cenas solitarias avec moi misma y no pesan)<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 17.2pt; text-align: justify;">
<span style="color: #444444; font-family: Arial; font-size: 12.5pt;">Lonchas
de jamón serrano, chorizo pamplonés, queso en lonchas… ¡No pesan!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 17.2pt; text-align: justify;">
<span style="color: #444444; font-family: Arial; font-size: 12.5pt;">Cuña de queso
semicurado… Pesa poquito.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 17.2pt; text-align: justify;">
<span style="color: #444444; font-family: Arial; font-size: 12.5pt;">Y… ¡una
mini bolsita de bombones de licor! Puedo afirmar que apenas pesan, aunque que
en el interior de cada uno de ellos hay una especie de perverso duende alquimista
dispuesto a transformarlos en pesos pesados al entrar en contacto con mi
organismo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 17.2pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 17.2pt; text-align: justify;">
<span style="color: #444444; font-family: Arial; font-size: 12.5pt;">Distribuida
en dos bolsas la compra no pesa tanto. Recojo el vale. Misión cumplida.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 17.2pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 17.2pt; text-align: justify;">
<span style="color: #444444; font-family: Arial; font-size: 12.5pt;">Y aquí
estoy... contando porque sí mi día a día, con todo el atrevimiento y la
desfachatez del mundo. Podría haber intentado escribir un relato ficticio con
una mujer tan enigmática como arrebatadora y fascinante, pero hoy me salió <st1:personname productid="la Mari" w:st="on">la Mari</st1:personname>, ni siquiera <st1:personname productid="la MataMari" w:st="on">la MataMari</st1:personname> se asomó a estos
párrafos, y es nunca supe escribir letras que no me brotaran de eso que llaman
alma y según dicen pesa <st1:metricconverter productid="21 gramos" w:st="on">21
gramos</st1:metricconverter>.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 17.2pt; text-align: justify;">
<span style="color: #444444; font-family: Arial; font-size: 12.5pt;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.youtube.com/embed/reStZf08TRI?feature=player_embedded' frameborder='0'></iframe></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 17.2pt; text-align: justify;">
<span style="color: #444444; font-family: Arial; font-size: 12.5pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 17.2pt; text-align: justify;">
<span style="color: #444444; font-family: Arial; font-size: 12.5pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 17.2pt; text-align: justify;">
<span style="color: #444444; font-family: Arial; font-size: 12.5pt;"><br /></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 17.2pt; text-align: justify;">
<br /></div>
Ángela Gondohttp://www.blogger.com/profile/03654579235939571965noreply@blogger.com14tag:blogger.com,1999:blog-3225487596195552284.post-18742629777173131802013-11-28T20:23:00.003+01:002013-11-28T20:44:08.080+01:00Tercer día de la Era Ciática<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial;">Efectivamente…
llevo tres días sufriendo -no en silencio, porque me faltó tiempo para llamar a
mis amigas y quejarme- un intenso dolor que baja desde el final de mi espalda a
mi pantorrilla. Diagnóstico: prociática, que debe ser un ciática light o
becaria, ¡menos mal! porque parece que la senior te deja <i>pasao</i>.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial;">El mundo amanece con un frío de… gónadas (soy una dama), por tanto me recreo en
la grata sensación de un lecho caliente y la tranquilidad de que hoy no manda
el reloj. También, todo hay que decirlo, me estoy quieta porque sé que cuando
me levante voy a realizar un viaje al mundo sideral y, con lo romántica que es
la imagen de la noche estrellada, verlas de día en plan tebeo no es nada placentero.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial;">El
malvado dolor, agazapado como un malo de opereta, sale de su escondrijo y zasss
me lanza una especie de rayo láser que deja mi pierna k.o. y mi boca lanzando
ayes como Camarón. De haber tenido puesta una camisa, y no un camisón de Woman
Secret, garantizo que le arranco los botones en un gesto de rabia incontenida.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial;">Camino como buenamente puedo hasta el cuarto de baño, esperando que una ducha caliente conforte mi
pena y ahuyente el dolor. Más o menos lo logra; me dirijo a la cocina donde
preparo un capuchino y cojo las pastillas que debo tomarme cada doce horas. El nombre
es evocador “Lyrica”. Soy lectora compulsiva, así que comienzo a leer el prospecto.
¡Por todos los dioses del universo conocidos y por conocer! Aquí avisan que
puedes hincharte (intentaré no comer chocolates ni dulces a fin de mantener mis
52 kilos), problemas de erección (mira por donde esto no me toca) o pensamientos
suicidas que inmediatamente debes comunicar al médico. Miro la capsula diminuta
con tanto poder destructivo. Me la juego. Bebo el vaso de agua como los del
oeste el whisky, de un trago. Alea jacta est.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial;">A
lo largo de la mañana leo, recibo la siempre grata visita de mis amigas,
contacto con la clínica donde recibiré las sesiones de fisioterapia y me
acribillarán con las doce inyecciones. Caliento el saco de huesos de cereza en
el microondas para tener calor seco. Me endemonio leyendo la novela de una
mujer tonta enamorada de un hombre que a mí me parece gilipollas perdido (me
cabrea porque me reconozco en ella y me fastidia recordar lo absurda y ridícula que una
puede llegar a ser).<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial;">Siesta
al calor de las cerezas. Luego clínica. Lo de las inyecciones no es tan malo. Será
que soy medio masoquista, pero no siento el pinchazo y eso que soy de las que
tienen cosquillas por todo el cuerpo. Soluciono lo de las sesiones y vuelvo a
casa con la tranquilidad de los deberes hechos y la pierna derecha dando cordel
como dicen en mi tierra.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial;">Abro
el correo. Mmmm al menos alguien se acordó de mí. Mi dentista favorito (no soy
su paciente y por eso no lo odio) me manda un correo con video que, con mucho sentido del humor, titula
remedios para la ciática. Lo veo sonriendo sin parar. Mi vida no es apasionante,
pero está llena de gente maravillosa.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.youtube.com/embed/hUj65M4T1cg?feature=player_embedded' frameborder='0'></iframe></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial;"><br /></span></div>
Ángela Gondohttp://www.blogger.com/profile/03654579235939571965noreply@blogger.com14tag:blogger.com,1999:blog-3225487596195552284.post-67358153920951828272013-11-25T11:01:00.002+01:002013-11-25T14:27:34.702+01:00Síndrome de Estocolmo<div class="MsoNormal" style="tab-stops: 288.0pt; text-align: justify;">
Han pasado
varios meses y no olvida. </div>
<div class="MsoNormal" style="tab-stops: 288.0pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="tab-stops: 288.0pt; text-align: justify;">
Intenta retomar
su vida normal. Cada mañana abre los ojos a su realidad tranquila, fácil,
arropada en la cama que comparte desde hace años con esa mujer buena cuyos ojos
ahora lo miran llenos de preocupación y preguntas. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Respira en esa burbuja, que todos
contribuyen a oxigenar, mientras se repite que no está solo. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Planifica, u otros lo hacen por
él, su tiempo. Es cómodo seguir el trazo del camino seguro, confortable, jalonado
de certezas…</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Atrás queda aquel cuarto que
encerraba un universo donde fue piel, ojos, boca, saliva, dientes… con la mujer protagonista cada cada noche del desasosiego de sus sueños.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Han pasado varios meses y no
olvida que una tarde de verano lo encadenó a sus caderas, lo imantó a su
piel y tatuó en su corazón una historia de amor prohibido.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Han pasado varios meses y no olvida, por más que la realidad de <i>una vida hecha</i> reclamase su presencia
aceptando pagar el rescate de la comprensión.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Han pasado varios meses y no olvida
que, durante ese tiempo con ella, fue completamente él.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.youtube.com/embed/nTj0Or3wAvU?feature=player_embedded' frameborder='0'></iframe></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
Ángela Gondohttp://www.blogger.com/profile/03654579235939571965noreply@blogger.com10tag:blogger.com,1999:blog-3225487596195552284.post-15484728785014255512013-11-12T12:33:00.001+01:002013-11-12T20:48:39.500+01:00A jirones<div class="MsoNormal">
Las estoy buscando, como tantas veces he buscado pequeños
objetos de mi día a día: las llaves en el fondo de un bolso, los pañuelos en la
mesita de noche, el último recibo de la luz agazapado en un cajón...</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Las estoy buscando en medio de la realidad que habito, para decorar las paredes con paisajes, luces, perspectivas…</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Las estoy buscando para no acartonarme con la sal de lágrimas
contenidas.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Las estoy buscando porque son la corriente del motor que
impulsa mi movimiento.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Las estoy buscando a sabiendas que muchas sangran, que hay
pus en sus heridas y que me van a arañar las entrañas.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Las estoy buscando, y cosido a ellas apareces en…</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
… La figura de un desconocido a lo lejos.</div>
<div class="MsoNormal">
… El nombre de un lugar.</div>
<div class="MsoNormal">
… Un sabor.</div>
<div class="MsoNormal">
… Un olor.</div>
<div class="MsoNormal">
… El viaje que planeamos.</div>
<div class="MsoNormal">
… El vestido que compré para ti.</div>
<div class="MsoNormal">
… El papel donde anoté tres pensamientos una tarde travestida
de primavera.</div>
<div class="MsoNormal">
… La canción que hicimos nuestra.</div>
<div class="MsoNormal">
… Las películas que ya no veremos.</div>
<div class="MsoNormal">
… Tus gestos, únicos e irrepetibles.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Aún cabalgas todas mis palabras; y, cuando llegas, se me asoma desnuda y salvaje el
alma.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.youtube.com/embed/De-W9V-kCos?feature=player_embedded' frameborder='0'></iframe></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
Ángela Gondohttp://www.blogger.com/profile/03654579235939571965noreply@blogger.com18tag:blogger.com,1999:blog-3225487596195552284.post-84607121749229850692013-11-05T09:56:00.001+01:002013-11-12T20:52:52.205+01:00Ficciones<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Despertó como tantas otras veces
de madrugada, pero esta vez no pudo dar media vuelta y deslizarse en la niebla
de la inconsciencia. Algo había activado ese resorte que nos saca del sueño y nos empuja
al territorio de la vigilia. Permaneció inmóvil, alerta, registrando cada
bostezo de la casa, el quejido de los muebles, la sordina de un coche… Nada, y
sin embargo…</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Terminó por abandonar la cama,
ahora convertida en un amasijo de sábanas y desasosiego. La garganta reseca le
pedía un trago de agua y se dirigía a la cocina cuando vio el resplandor blanquiazul
de la pantalla. Era eso, pensó, había dejado el ordenador encendido. Con el vaso de
agua en la mano, se detuvo en la puerta del despacho observándolo. Él leía
concentrado, lo veía pasar páginas en la pantalla. Aunque conscientes de la
presencia del otro, ambos guardaron
silencio. Solo al llegar al final de la historia que ella había creado, él se
volvió:</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
-¿No hay más? ¿Es ese “tu final”? –su voz tenía un matiz de
rabia y tristeza.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
-¿Esperabas otro?</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
-Esperaba… - dudó buscando las palabras apropiadas- supongo que algo diferente.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
-¿Y cuál habrías elegido tú? ¿Un final feliz?</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
-No la habría dejado sola.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Ella avanzó mirándolo a los ojos, tan desnuda bajo el fino
camisón como en la mirada:</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
-Pero lo hiciste. La abandonaste no una, sino tantas veces
como llegaste. </div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
-Tú sabes que no fue posible un
destino distinto. Soy todos los hombres que una vez creyeron amarla, o la
amaron, pero no pudieron permanecer a su lado. Creí que era amor cada vez que
la encontré, te lo aseguro. La amé siendo un joven. Quise que fuese mi mujer y
tener hijos con ella. La busqué en mi madurez desorientada… </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
-Pero nunca te quedaste con ella.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
-No, no lo hice.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
-Tú escribiste tus propios finales. Ahora yo escribo el mío,
y en él no estás.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
-Ya leí. Ni siquiera he merecido un nombre a lo largo del
relato.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
-¿Es eso lo que te molesta? Puedo
ponerte un nombre en cada etapa, pero lo importante es el sentimiento que deposité
en ti. Te quise cada vez que se cruzaron nuestros caminos, llevases un nombre u otro, encarnado siempre en <i>un hombre que no fue</i>, como le ocurre a la protagonista de la
historia que acabas de leer.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
-Tu historia…</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
- Una historia de ficción, no la nuestra, aunque te filtres como personaje tanto
en cada párrafo como en cada ausencia.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
- Con la categoría del<i> hombre que no
fue…<o:p></o:p></i></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
-La vida se teje entre emociones de hombres y mujeres que se
buscan. </div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
-Entonces volveremos a encontrarnos. Tendré otro nombre,
otro físico, otra vida… Y ya no seré parte de la ficción de la novela que imagines sino de tu realidad</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
- Inevitablemente.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
-¿Me reconocerás?</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
-Espero que no. Quiero encontrarte de nuevo cada vez, sumergirme a ojos cerrados y corazón abierto en un comienzo donde todo se imagina posible, y olvidar que siempre hay un final.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
El zumbido penetraba insidioso
como un martillo eléctrico dentro de la cabeza. Aún adormecida, sin abrir los ojos, buscó a
tientas el reloj y detuvo la alarma que puntualmente la sacaba de su letargo. Permaneció quieta un rato, recordando el sueño. <i>"Mis personajes me plantan cara"</i> -pensó, evocando la conversación con el que, en su novela, englobaba todos aquellos hombres por los que alguna vez sintió eso que llaman amor.<br />
<br />
No pudo evitar echar un vistazo
al ordenador antes de salir de casa. La pantalla, anodina y gris,
custodiaba silenciosa la historia que ella imaginó.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Abrió la puerta y salió a la
calle.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
Mientras tanto, la vida seguía escribiendo otra historia.<br />
<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.youtube.com/embed/ChO0HzO0og8?feature=player_embedded' frameborder='0'></iframe><br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />Ángela Gondohttp://www.blogger.com/profile/03654579235939571965noreply@blogger.com10tag:blogger.com,1999:blog-3225487596195552284.post-45649313833893064912013-11-02T14:07:00.001+01:002013-11-02T14:07:16.569+01:00Volver a los diecisiete<div class="MsoNormal">
A los diecisiete estaba enamorada de Miguel; apoyaba la
cabeza en su espalda y abrazaba confiada su cintura mientras recorríamos las
calles en su vieja moto.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
A los diecisiete escribía poemas en clase, los relojes iban
despacio y siempre había una canción cuya letra hacía mía.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
A los diecisiete hablaba bajito desde el único teléfono de
mi casa, susurrando sin miedo ni vacilaciones los “te quiero”.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
A los diecisiete no pensaba en mañanas ni ayeres, porque solo
existía el presente.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
A los diecisiete, cuando el corazón se me paraba al verlo,
la vida me parecía tan fácil…</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Hoy …</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
… No sé qué ha sido de él, y
la última vez que monté en moto casi tatúo la piel de mi acompañante
clavándole las uñas presa de pánico y al borde del infarto. </div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
… Ya no escribo poemas y los relojes han pisado el
acelerador.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
… Aprendí que “te quiero” puede tener distintos matices, y
también que querer no siempre es suficiente.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
… Me invaden las añoranzas y me visitan las incertidumbres.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Pero si a los diecisiete
mi rostro adolescente no lució ni un grano, esta mañana afloraron de golpe
todos, multiplicados y descarados.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Y, aunque tienta volver a los diecisiete, los granos, la
piel y el alma ya no son los mismos. </div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.youtube.com/embed/2ozG2tjy3QM?feature=player_embedded' frameborder='0'></iframe></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
Ángela Gondohttp://www.blogger.com/profile/03654579235939571965noreply@blogger.com12tag:blogger.com,1999:blog-3225487596195552284.post-19102923465319855892013-10-28T12:21:00.000+01:002013-10-28T12:25:06.744+01:00Angelina... ¡jolín!<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgqv2JUkXSjv__o8TP7sKqIM5M7myCMLONf4VE4F3KlbCel4u1c5NcDPCDS0Pt3sQsSIckyE37_1LTdAECHzdYSJ4LyEbO-bFqoWcEzzb0aS_bU2U1KODPT0dU9jYNsiJjY60DBSPyU-MCY/s1600/angelina-jolie-sexy.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgqv2JUkXSjv__o8TP7sKqIM5M7myCMLONf4VE4F3KlbCel4u1c5NcDPCDS0Pt3sQsSIckyE37_1LTdAECHzdYSJ4LyEbO-bFqoWcEzzb0aS_bU2U1KODPT0dU9jYNsiJjY60DBSPyU-MCY/s320/angelina-jolie-sexy.jpg" width="320" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Esta mañana el espejo me
sorprendió con el reflejo de una imagen en la que difícilmente me reconocía.
Una asume sus ojeras, su pelo despeinado, su palidez matutina, en cuanto a lo
demás… bueno uno termina acostumbrándose a casi todo.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
La verdad es que yo siempre deseé
tener unos labios carnosos, exuberantes, provocadores… Hubiese querido ser la
poseedora de una de esas bocas cuyo dibujo inflama deseo y acelera las
pulsaciones cardíacas, pero me quedé en sonriente y dicharachera. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Sin embargo hoy… Hoy tengo los
labios angelinos que no angelicales. Me duelen por la inflamación, consecuencia
de las décimas de fiebre que me dejó la gripe de la semana pasada. Mi boca asemeja a esas que mi padre aseguraba “<i>dan un bocao a un tejao y hacen un cine de
verano</i>” y, de ser un personaje de viñeta, sería una de esa mujeres con
morritos que salen en las historias que en El Jueves nos deja el profesor
Cojonciano.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Me miro convertida en la reina
del botox por un día y me aplico la pomada que acabo de comprar en la farmacia.
Y es que si alguien cantaba eso de “me duele la cara de ser tan guapo” a mí me
duelen los labios de Angelina… ¡jolín!. Pero… ¡qué sexy me siento! </div>
<br />
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<o:p><br /></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<o:p><br /></o:p></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.youtube.com/embed/2DCBSI5m8fY?feature=player_embedded' frameborder='0'></iframe></div>
<div class="MsoNormal">
<o:p><br /></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<o:p><br /></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<o:p><br /></o:p></div>
Ángela Gondohttp://www.blogger.com/profile/03654579235939571965noreply@blogger.com16tag:blogger.com,1999:blog-3225487596195552284.post-59465719363406792932013-10-22T10:42:00.000+02:002013-10-22T10:58:24.723+02:00No somos iguales; a veces, ni parecidos<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Hace poco menos de un año, como
parte de mi autoterapia de desenamoramiento me compré todas las temporadas de
Sexo en Nueva York. Aunque aún no he visto todos los episiodios- el tratamiento, en el que
fueron determinantes los amigos, funcionó-, sí llegué a la tercera temporada. Recuerdo
que, al final de uno de los capítulos, Carrie (que se había preguntado durante
todos los minutos que duraba el mismo si hombres y mujeres procedíamos de
distintos planetas) afirmaba que lo que era totalmente cierto es que vivíamos
en distinto distrito postal.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Esto viene a colación porque
una de mis mejores amigas envió un sms del que no tuvo respuesta y, muy
enfadada, reprochó al destinatario su descortesía. Cuando lo contaba yo recordé
a algún que otro varón que un día desapareció de mi entorno sin más. Podría
hacer el chiste fácil con uno de ellos de que fue a comprar tabaco, pero la
verdad es que no me interesa saber qué puede suceder para que un supuesto amigo
deje de dirigirte la palabra. Los misterios me gustan en las novelas, en la
vida real prefiero la transparencia. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Los seres humanos me parecen
maravillosamente imprevisibles. Me gusta la capacidad de sorpresa e incluso el
desconcierto… Pero eso no tiene nada que ver con la falta de fiabilidad. Por
eso siempre me ha parecido tonta la pregunta que a veces he visto escrita en un
libro, un correo o un mensaje: “¿Te acuerdas de mí?” Vamos a ver… si me acuerdo
de ti te lo voy a demostrar, si no digo nada… pon esta frase, entre cursi y
solemne, pero cierta que alguien me dijo: “El silencio es un adiós infinito”.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
¿Piensan los hombres de otra
forma? ¿Creen que el silencio solo es un tiempo sin palabras? Tal vez su
respuesta sea diferente a lo que nosotras creemos. De hecho no conozco mujeres
que tiren de la famosa agenda de ex algo que suele salir en las películas y en
la vida real. Y digo bien, en la vida real; como muestra la siguiente anécdota
totalmente veraz:</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Cuando yo tenía diecisiete años
frecuentaba un grupo de amigos, la típica pandilla… Dentro de esta pandilla
surgieron amores, desamores y amistades con distintas intensidades. Una de esas
amistades tibias fue la mía con Rafa, un chico tan agradable como aburrido a
mis ojos. Solo recuerdo haber pasado una tarde de domingo a solas con él,
cuando el resto de la gente estaba en la playa o en el campo, y también que
suspiré aliviada al llegar a casa y no fue por quitarme los zapatos jajaja ja. No
hubo más. Pasó el tiempo. Conocí al que fue mi marido. Cambié de ciudad. Me casé.
Tuve un hijo… Y, aproximadamente cinco años después, una tarde sonó el teléfono
en casa de mis padres. Casualmente ese fin de semana yo estaba allí y, azares
de la vida, fui quien respondió:</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]-->-<span style="font-size: 7pt;">
</span><!--[endif]-->Diga (fórmula de respuesta estándar en los teléfonos
fijos sin identificador de llamada).</div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]-->-<span style="font-size: 7pt;">
</span><!--[endif]-->Hola… ¿Está Ángela?</div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]-->-<span style="font-size: 7pt;">
</span><!--[endif]-->Sí, soy yo. ¿Quién es?</div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]-->-<span style="font-size: 7pt;">
</span><!--[endif]-->Soy Rafa.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<o:p><br /></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Tengo una memoria excelente.
Repasé los Rafas que conocía: el marido de una prima, el sobrino de mi hermano…
Nadie más.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]-->-<span style="font-size: 7pt;">
</span><!--[endif]-->Perdona… no caigo.</div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]-->-<span style="font-size: 7pt;">
</span><!--[endif]-->Rafa, el amigo de Ricardo y de Miguel, de la pandilla
de Trios.</div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]-->-<span style="font-size: 7pt;">
</span><!--[endif]-->Ah, ya sé quién eres. ¿Cómo estás?</div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]-->-<span style="font-size: 7pt;">
</span><!--[endif]-->Bien… ¿Te apetece tomar un café?</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Me quedé de piedra. Cinco años
después un tipo que pasó de puntillas por mi vida, alguien con quien apenas
tuve contacto, había encontrado mi número y -muy desesperado debía estar- había
probado suerte.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]-->-<span style="font-size: 7pt;">
</span><!--[endif]-->Lo siento, pero no podrá ser.</div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]-->-<span style="font-size: 7pt;">
</span><!--[endif]-->¿Y otro día?</div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]-->-<span style="font-size: 7pt;"> </span><!--[endif]-->Verás… Ya no vivo en Albacete. Ha sido una verdadera
casualidad que estuviese hoy en casa de mis padres.</div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]-->-<span style="font-size: 7pt;">
</span><!--[endif]-->¿Dónde vives? </div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]-->-<span style="font-size: 7pt;">
</span><!--[endif]-->En Murcia. Me casé y tengo un hijo.</div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]-->-<span style="font-size: 7pt;">
</span><!--[endif]-->Ah, vale. Adiós.</div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Colgamos. Imagino que él marcó el
siguiente número de su vieja agenda y yo supongo que fui a cambiar un pañal,
dar un biberón o alguna otra tarea de mi vida de entonces.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<o:p><br /></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Y ahora, en modo Carrie, afirmo:</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
El mito de la agenda de los
hombres es real.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Ahorra tiempo… no preguntes nunca
<i>“¿Te acuerdas de mí?"</i> Si no te ha dicho nada, estás en las últimas páginas de su
preciosa agenda.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.youtube.com/embed/QEtCfKQOV0c?feature=player_embedded' frameborder='0'></iframe></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
Ángela Gondohttp://www.blogger.com/profile/03654579235939571965noreply@blogger.com19tag:blogger.com,1999:blog-3225487596195552284.post-18566795167776925902013-10-15T10:11:00.000+02:002013-10-29T11:51:26.115+01:00Raíces<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
En el pueblo de mis padres no
sólo se encalan las fachadas, se pintan las rejas, se hacen cestos de pleita, y
las mujeres bordan y son maestras en el arte del ganchillo (macramé en argot
pijo). Allí además se tunean, customizan o personalizan, como queráis llamarlo,
los nombres propios. El nombre de Maravillas se transforma en Maravas, Cayetano
se condensa en un Cayato lleno de fuerza, los Franciscos son Franchos, algún
Olegario suelto se queda con Olega (sin perder la alegría del inicio del
nombre), el clásico Alejandro se convierte en un plebeyo Alejo y, por supuesto,
algún Antonio que otro se conoce como Antón.
<br />
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
En ese lugar de <st1:personname productid="La Mancha" w:st="on">La Mancha</st1:personname>, se pierde el
sexismo de los nombres. Más de un varón es bautizado como Loreto, en honor a la
patrona del pueblo, y alguna que otra jovenzuela fue llamada Práxedes, aunque
siempre se la conoció como la Plaxedes.<br />
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Las buenas gentes del lugar, no
hacen distinciones, y así los vástagos de la familia adinerada del pueblo, los
“señoritos”, propietarios de tierras pero nunca de vidas, son conocidos como “<st1:personname productid="La Yayo" w:st="on">La Yayo</st1:personname>” y “el Queridete”,
nombres mucho más originales que los vulgares Rosario y Luis.<br />
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
No sólo se personalizan nombres.
Aquí es frecuente el apodo, que suele heredarse como un titulo nobiliario.
Mariano el de Mondriegas, Paco Regalao, José el de Camisones, Juan Pericata…
Todos se conocen sin tener que mirar los datos del D.N.I. Uno pertenece al
lugar, y dentro de él a una familia en concreto: los Lucíos, las del Molino,
los de Zana, el panadero… Yo misma, que no nací allí, pero que ellos reconocen
como suya soy “la pequeña de Pedro el del Curro y Pilar la de Olegario”.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Llevo más de veinte años viviendo
en lugares que, sin ser extraños, si me resultan ajenos, y en los cuales
siempre seré forastera. La vida es aprendizaje, pero os puedo decir algo: Me
sigue resultando muy difícil vivir sin raíces.<br />
<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.youtube.com/embed/5yUHsctNmjE?feature=player_embedded' frameborder='0'></iframe></div>
<br /></div>
Ángela Gondohttp://www.blogger.com/profile/03654579235939571965noreply@blogger.com12tag:blogger.com,1999:blog-3225487596195552284.post-71485038935895271242013-10-09T08:47:00.001+02:002013-10-16T13:06:58.382+02:00Calles de dirección única<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Tahoma;">No
pude evitar sonreír al ver escrito el nombre de la calle: “Paraíso”. Pensé que
debe ser hermoso dar la dirección y emplear esa palabra. Igualmente me parece
terrible vivir en la calle Amargura. Yo conocí a un chico de Zamora que vivía
en esa calle. Coincidimos en un viaje de estudios y durante un par de años
mantuvimos una amistad epistolar. Siempre que escribía su dirección imaginaba el paisaje urbano que acompañaría aquel lugar de nombre rotundo y seco. Mi sitio, en aquella época, lo enmarcaban edificios sin
estética alineados en torno a una vía con el nombre de un señor familiarmente
desconocido: Luis Badía. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Tahoma;">La
mente asocia ideas y el recuerdo de aquella donde viví trece años me llevó a
las otras calles de mi vida. Mis primeros años crecieron en la calle del Papa
Borgia, Alejandro VI. Zona de casas humildes con gentes recién llegadas del campo
en busca de trabajo y futuro. Es poco lo que recuerdo de aquel tiempo, nombres
de vecinos que eran más familiares que los parientes del pueblo, la radio en la
que mi madre escuchaba novelones, la habitación estrecha, compartida con mi
hermana, con la pared llena de postales de cantantes y actores de cine…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Tahoma;">Los
trece años en Luis Badía fueron mi paso de la niñez a la adolescencia. La niña
tranquila se transformó en una adolescente solitaria y huraña que buscaba
refugio en los libros hasta que un día comprendió que no bastaba con leer e
imaginar, que necesitaba vivir, que las letras no eran suficiente material para
cimentar una vida… Curiosamente, fue un
libro el que me empujó a buscar hojas en los parques, risas en la vida y
miradas en el mundo real. Era un domingo de julio, leía “El Jarama”, y me sentía
desolada con esa intensidad que solo se da a los quince años. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Tahoma;">Mi
última vivienda en la ciudad del llano estaba situada en una calle cortita y
transitada, con nombre de concejal local. Aquella fue la dirección de cartas de
amor casi diarias, hijas de un tiempo en el que la distancia era el combustible
que avivaba el fuego de los encuentros.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Tahoma;">La
vida, de la mano del amor y el trabajo, me llevó a la ciudad huertana de
otoños dulces, cortos inviernos de humedad concentrada, primaveras precoces y
veranos infernales. Allí, en la calle Vinadell –he mirado en google y no sé cuál
es origen del nombre-, me establecí de recién casada, allí esperé a mi
primer hijo, allí volví a sentir el vértigo del abismo tan cerca de mi camino…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Tahoma;">Hay
lugares que nunca hacemos nuestros. Eso sucedió con mi siguiente casa, un
bonito adosado en un pueblo de la huerta murciana. Nunca me gustó el lugar. La luz no bastaba
para dar calor y la chimenea funcionaba tan mal que nunca dió calor a nuestras
noches. Loma larga era el nombre de la calle donde, más que vivir, sobreviví.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Tahoma;">Un
traslado más a una ciudad pequeña o pueblo grande; este mismo lugar desde donde
hoy escribo. Nos instalamos en un piso alquilado para un año, sin buscar mucho.
Solo se trataba de encontrar un lugar paréntesis que se alargó cinco años
viviendo en la calle Valencia. Aquel lugar sin expectativas se convirtió en la
casa de una madre joven con dos niños, enmarcando un tiempo de rutina
reconfortante al abrigo de la conformidad. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Tahoma;">Recuerdo
haber pensado mirando la amplia cocina llena de luz con olor a madera de mi penúltimo
hogar que aquel era el sueño de cualquier mujer. Y también que me pregunté por
qué no era el mío, y que intenté que aquella vivienda fuese hogar. Adorné las
escaleras en Navidad, cociné cada mañana, leí cuentos a mis hijos, abracé cada
noche al que consideraba mi compañero, lloré mis pérdidas… Y un día, cerré la
puerta de la calle con nombre de poeta archenero, para seguir caminando, o
simplemente quedarme quieta, en mi propio lugar.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Tahoma;">Y hoy,
por primera vez desde que dejé de ser niña, en esta calle con nombre de pintor
de realidades luminosas y oscuras pesadillas, siento que estoy en mi hogar.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Tahoma;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Tahoma;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.youtube.com/embed/7--mbE05A4I?feature=player_embedded' frameborder='0'></iframe></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Tahoma;"><br /></span></div>
Ángela Gondohttp://www.blogger.com/profile/03654579235939571965noreply@blogger.com16tag:blogger.com,1999:blog-3225487596195552284.post-79556425432205822013-10-06T21:52:00.001+02:002013-10-16T11:10:20.660+02:00Cuento de hadas<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Os voy a contar un secreto: Las
hadas no saben que lo son, porque no existen hasta que alguien cree en ellas.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Esta es la historia de un hada
que no sabía que lo era, un rey desconocido y un reino en las montañas.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Perdido entre las montañas había
un lugar especial, un reino remoto que pocos conocían. En realidad, no lo
conocía nadie, solo el único habitante y rey del lugar. A él le gustaba la
soledad de su entorno. Encontraba algo parecido a la paz recorriendo sus amadas
montañas mientras gritaba al viento cuanto le pasaba por la mente. Al
anochecer regresaba a la morada de piedra que constituía su castillo. En invierno encendía un buen fuego y el crepitar de las llamas acompañaba su
silencio. En verano contemplaba las estrellas sin ponerles nombre ni buscar
respuestas; simplemente las miraba, sintiéndose pequeño y grande a la vez.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
El rey, amante de la calma y la
independencia, había aprendido a vivir sin anhelar compañía,
aunque su corazón generoso jamás negaba cobijo a quienes llamaban a su puerta.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Y eso fue lo que pasó... Ella llegó una noche y preguntó si podía descansar un rato. El rey señaló
una silla junto al fuego, y la mujer tomó asiento. Por experiencia, él sabía
que había caminantes a los que les gustaba hablar después de largas jornadas a solas. Aquella criatura pertenecía a ese grupo, y parloteó de mil
cosas, mientras el rey hacía acopio de toda su real paciencia para no pedirle
que se callase de una vez.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Quizás lo habría hecho sino
hubiese sido por un quiebro en la voz, seguido de un silencio. Las palabras
habían cesado y lágrimas silenciosas recorrían sus mejillas. El rey la contempló sin saber qué
decir para consolarla, pues desconocía la causa de su pena. Fue entonces cuando una luz diferente la iluminó, y
comprendió que era un hada. Ahí radicaba el problema. Las mujeres-hadas no
pueden vivir las vidas cotidianas que creen corresponderles. Las alas, que crecen hacia dentro, hieren, y el corazón bombea demasiado rápido las mil emociones
que perciben a cada momento. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]-->-<span style="font-size: 7pt;">
</span><!--[endif]-->Eres un hada –afirmó el rey.</div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]-->-<span style="font-size: 7pt;">
</span><!--[endif]-->¿Yo? Te equivocas, solo soy una mujer –dijo ella.-
¿Acaso tu eres un rey?</div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]-->-<span style="font-size: 7pt;">
</span><!--[endif]-->Lo soy.</div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]-->-<span style="font-size: 7pt;"> </span>¿Y cuál es tu reino? –preguntó repentinamente
interesada (porque amigos míos, las hadas son terriblemente curiosas e
inquisitivas).</div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]-->-<span style="font-size: 7pt;">
</span><!--[endif]-->Este que ves.<br />
<br />
Ella miró aquel lugar austero y tranquilo donde se respiraba placidez. Sonriendo, dijo:<br />
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]-->-<span style="font-size: 7pt;"> </span>Me gusta tu reino. ¿Puedo visitarte alguna vez?</div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]-->-<span style="font-size: 7pt;">
</span><!--[endif]-->Siempre que lo desees.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br />
Volvió. Le gustaba hablar con el
rey, que insistía en llamarla hada. Descubrió que no había perdido la risa, y la
unió a la de él. Una noche le hizo una petición.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]-->-<span style="font-size: 7pt;">
</span>¿Me das la plaza de hada oficial del reino?</div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
El rey se levantó y buscó un
papel donde hizo constar su nombramiento como hada protectora del lugar. Cuando se lo entregó,
ella lo rompió sin leerlo y las palabras volaron como mariposas blancas.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]-->-<span style="font-size: 7pt;">
</span><!--[endif]-->No necesito documentos, rey. Para ser tu hada solo es preciso que desees que lo sea.</div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]-->-<span style="font-size: 7pt;">
</span><!--[endif]-->Lo deseo.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Se miraron. Ella no tenía
alas ni luz alrededor de su cuerpo y él no tenía corona ni ornamentos; pero eran aquello que el uno veía en el otro, reales dentro de la fantasía compartida.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Dicen que los cuentos de hadas no
existen, pero yo acabo de contaros uno.<br />
<br />
<br />
Dicen que los reinos perdidos, donde
uno se siente libre y feliz, son utópicos, pero todos deseamos y necesitamos
alguna vez creer en ellos.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Y os aseguro que, perdido en las montañas, hay un reino con un castillo, un rey y un hada.<br />
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.youtube.com/embed/YO82u7CKj1k?feature=player_embedded' frameborder='0'></iframe></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
Ángela Gondohttp://www.blogger.com/profile/03654579235939571965noreply@blogger.com22tag:blogger.com,1999:blog-3225487596195552284.post-60110301731538201162013-09-30T13:49:00.000+02:002013-09-30T13:51:42.553+02:00Nana Blues<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
No fui niña de peluches. Tenía muñecas
de cara inexpresiva y vacíos ojos azules, pero jugar a ser
madre y las casitas nunca me interesó. Prefería inventar historias con las muñecas recortables, a las que imaginaba viendo como adultas independientes en
apartamentos que fabricaba con cajas de camisas.<br />
<div class="MsoNormal">
</div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Sin embargo anoche dormí con un
precioso búho de tela azul. Lo encontré sobre la cama el día de mi cumpleaños,
junto a una caja de bombones. Ese buhito se convirtió en un objeto especial en
el momento en que mi hijo menor, pensando en mí, lo eligió en una estantería de ToysRus. Se
produjo la magia de la alquimia y unos
trozos de tela cosidos se revistieron de afecto, convirtiéndose en recordatorio
del amor que recibo. Ahora, en las horas inciertas que preceden al sueño, me acompañará, como un blues cuyas notas han sido
escritas para mí, nana de hijo
a madre ahuyentadora de desalientos. </div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<o:p><br /></o:p></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<object class="BLOGGER-youtube-video" classid="clsid:D27CDB6E-AE6D-11cf-96B8-444553540000" codebase="http://download.macromedia.com/pub/shockwave/cabs/flash/swflash.cab#version=6,0,40,0" data-thumbnail-src="http://img.youtube.com/vi/_z7X8fbNIkI/0.jpg" height="266" width="320"><param name="movie" value="http://youtube.googleapis.com/v/_z7X8fbNIkI&source=uds" /><param name="bgcolor" value="#FFFFFF" /><param name="allowFullScreen" value="true" /><embed width="320" height="266" src="http://youtube.googleapis.com/v/_z7X8fbNIkI&source=uds" type="application/x-shockwave-flash" allowfullscreen="true"></embed></object></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<o:p><br /></o:p></div>
Ángela Gondohttp://www.blogger.com/profile/03654579235939571965noreply@blogger.com16tag:blogger.com,1999:blog-3225487596195552284.post-35706242786004229022013-09-23T11:05:00.001+02:002013-10-15T14:32:18.782+02:00La terrible alucinación de la realidad<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<div style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<span style="font-family: Tahoma;">Afirmaba el personaje de una novela que
la realidad es una terrible alucinación que disuelve la bebida. Sin ser
abstemia -apenas bebo, a pesar de mis bromas hablando de mojitos o tinto de
verano (bien lo dice el refranero<span class="apple-converted-space"> </span><i>“Dime
de lo qué presumes</i><span class="apple-converted-space"> </span><i>y te
diré de lo qué careces")-</i>, lo cierto es que ahogar mis penas en un
vaso no es lo mío y tampoco buscar la euforia del alcohol en vena. Mucho
decir que vuelo y que sueño, pero vivo a ras del suelo atrapada en lo que no sé
definir de otra manera que mundo real.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<br /></div>
<div style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<span style="font-family: Tahoma;">Hace tiempo que no me acercaba a la
pantalla así… desnuda en palabras y emociones. De hecho, últimamente he escrito
poco y leído mucho. Pero, como el asesino que siempre vuelve al lugar del
crimen, volví a ese mundo que me ofrece lianas para seguir avanzando y evita
que caiga en las arenas movedizas de la tristeza y los lodos del desanimo.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<br /></div>
<div style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<span style="font-family: Tahoma;">¿Habéis visto esas sillas abandonadas en
medio de una acera o junto a un contenedor? Son un elemento extraño, casi
onírico, en el paisaje urbano. Fuera del marco que las define, no parecen tener
mucho sentido. Curiosamente, horas antes esa silla dio cobijo a un cuerpo,
acompañó a una comida, escuchó conversaciones… El objeto fuera del conjunto del
que formaba parte cambia aún siendo el mismo. Así me siento tantas veces… extraña,
fuera de lugar, indefinida… Soy yo y, sin embargo, me cuesta sentirme alguien.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<br /></div>
<div style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<span style="font-family: Tahoma;">¿Qué necesito para vivir con cimientos?
No lo sé. Si esto fuese una tormenta de ideas, ahora mismo el cielo sería tan
azul como el que veo enmarcado en la ventana. Quiero una existencia mía,
un entorno hecho por y para mí, una seguridad que emane de mis poros, de mis
neuronas, de mis actos...<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<br /></div>
<div style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<span style="font-family: Tahoma;">En medio de una supuesta madurez,
me siento tan perdida como una adolescente. He criado hijos, he cuidado
padres, he visto morir a seres queridos, he tenido amores y desamores, he
sufrido y he hecho daño en las batallas diarias de la vida… Pero sigo siendo
una recluta perdida en la selva, sin más bagaje que algunas certezas y cada vez
menos sueños.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<br /></div>
<div style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<span style="font-family: Tahoma;">Y, aunque me identifico con la patética
y absurda silla en medio de la acera, expuesta al sol, a las miradas y a la
indiferencia de las vidas ajenas, sigo escribiendo…<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<br /></div>
<div style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<br /></div>
<div align="center" class="separator" style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: center;">
<br /></div>
<u1:p></u1:p>
<u1:p></u1:p>
<u1:p></u1:p>
<u1:p></u1:p>
<u1:p></u1:p>
<u1:p></u1:p>
<br />
<div class="MsoNormal">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<object class="BLOGGER-youtube-video" classid="clsid:D27CDB6E-AE6D-11cf-96B8-444553540000" codebase="http://download.macromedia.com/pub/shockwave/cabs/flash/swflash.cab#version=6,0,40,0" data-thumbnail-src="http://img.youtube.com/vi/0u_mddaBvgY/0.jpg" height="266" width="320"><param name="movie" value="http://youtube.googleapis.com/v/0u_mddaBvgY&source=uds" /><param name="bgcolor" value="#FFFFFF" /><param name="allowFullScreen" value="true" /><embed width="320" height="266" src="http://youtube.googleapis.com/v/0u_mddaBvgY&source=uds" type="application/x-shockwave-flash" allowfullscreen="true"></embed></object></div>
<br /></div>
<br />
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
Ángela Gondohttp://www.blogger.com/profile/03654579235939571965noreply@blogger.com16tag:blogger.com,1999:blog-3225487596195552284.post-31280372075212626922013-09-17T18:59:00.002+02:002013-10-03T12:26:11.214+02:00Sobre adioses y aprendizajes<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
De estar viva, hoy mi hermana
cumpliría un año más. Bastaron 15 meses y ocho días para que parte de mi vida desapareciese, como
hicieron ella y mis padres. Aprendí que <b>adiós</b>
es más que una palabra y sentí la impotencia ante la irreversibilidad de la
muerte. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Cuando caes descubres que no
importa si no te levantas inmediatamente. Necesitas ese tiempo indefinido de
cuerpo a tierra, sentir la aspereza del
suelo en las mejillas o el cosquilleo de la vida escondida en la hierba. Puedes
cerrar los ojos y escuchar, o abrirlos y seguir el paso de las nubes. Lo único importante
es seguir respirando; ya llegará el tiempo de evaluar daños y tomar decisiones.
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
En algún momento a todos nos
sorprende una tormenta existencial. Nos abaten rayos, y el aguacero de la
desolación nos asoma en la mirada. Entonces recuperas el instinto primario que te
hacía protegerte aún en el vientre materno donde comenzaste a ser. Te abrazas,
y la vida sigue. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.youtube.com/embed/8TcsiqJCizo?feature=player_embedded' frameborder='0'></iframe></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
Ángela Gondohttp://www.blogger.com/profile/03654579235939571965noreply@blogger.com15tag:blogger.com,1999:blog-3225487596195552284.post-67808930059962217312013-09-15T16:27:00.000+02:002013-10-03T12:07:44.562+02:00Amantes<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
(ELLA)</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Nadie sabe de él, aunque nunca me
planteé mantenerlo en secreto; como tampoco pensé que esta aventura se
prolongaría más allá de un par de encuentros. No lo busqué; en ningún momento
imaginé estos encuentros robados a la rutina. Y mucho menos me habría creído
capaz de asumir este rol de amante distante y caprichosa, que accede o no al encuentro.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Porque lo curioso es que en ningún
momento de mi día a día lo anhelo, pienso en él o fantaseo con despertarle
algún tipo de afecto sentimental. Fuera de nuestros encuentros de pieles febriles, bocas hambrientas, y manos
enloquecidas por el deseo; mi amante, el hombre que recorre con avidez mi
cuerpo y descubre con maestría rincones y sensaciones que yo desconocía, no
existe en mi vida. No deseo saber nada de su pasado ni de su presente,
consciente que no tenemos futuro. Me halagan las confidencias que no le pido,
pero insiste en ofrecer, tal vez esperando la reciprocidad de las mías. El
deseo que leo en sus ojos, la locura de sus labios buscando, el vuelo de sus
manos arrancando mi ropa… acallan la razón y despiertan los sentidos, pero no
mis emociones.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Hacemos el amor con pasión y
ternura, amándonos en ese fragmento de tiempo en el que buscamos desembocar en el otro. Cuando llegan las
lentas caricias hijas del sosiego, el olor feliz de los cuerpos satisfechos y el dulce abandono reparador; me abraza y habla de cosas que raramente contamos
a otros. Pero, aunque mis brazos y mis labios siguen abiertos para él, yo me
alejo cerrando cuidadosamente la puerta del corazón.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
(ÉL)</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Hundo la nariz en la almohada
empapándome de su olor intentando hacerlo mío. ¡Qué distintos somos! En estos
momentos ella intenta borrar el mío. Escucho el sonido de la ducha, e imagino
como frota su cuerpo. Me niega. Fuera de estas paredes no existo. Si le preguntasen quién o qué soy
la respuesta sería diferente en función del lugar. Aquí, soy todo, su hombre,
su amor, su delirio según dice con esa voz ronca que me hace palpitar. Pero si
alguien nos viese por la calle me etiquetaría, indiferente, como un compañero de trabajo y ni
siquiera merecería el reconocimiento de amigo.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Miro el reloj. Dentro unos
minutos, limpia y ajena, depositará en mi boca el último beso antes de dibujar
los labios ausentes que caminaran con
ella las calles que no transitamos juntos. Y, como se consuela a un niño
enfurruñado, me regalará el caramelo de la palabra amor en la despedida
automática que precede al vacío que deja.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.youtube.com/embed/HUZWUMJzjyc?feature=player_embedded' frameborder='0'></iframe></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
Ángela Gondohttp://www.blogger.com/profile/03654579235939571965noreply@blogger.com11tag:blogger.com,1999:blog-3225487596195552284.post-53006584717039359552013-09-12T22:09:00.002+02:002013-10-02T12:48:11.837+02:00Resumen del día<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana;">Hace
escasos minutos que he llegado a casa. El tiempo justo de bajar la basura,
contonearme ante la atenta mirada de uno de los parroquianos del Cielo Azul que
apoyado en el ventanal-barra auxiliar observaba mis glamurosos andares camino
del contenedor, y retornar a mi hogar dulce hogar.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana;">Aquí
estoy, tomando una horchata bien fría - hoy,
no solo me gané el pan sino algo más y la otra opción (peligrosamente
tentadora) está en el congelador en un caja de Mágnum Chocolate Infinity-
repasando los acontecimientos de este día.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana;">Pero,
si bien extraordinarios no son, si podríamos etiquetarlos de peculiares. Me
explico (o lo intento).<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana;">La
primera quincena de septiembre es para mí, laboralmente, criminal. La
funcionaria toma posesión de mi persona y yo, Jane, desaparezco entre los
papeles, la gente y los plazos. Mi vida en estas fechas es trabajo, vida
doméstica y personal en servicios mínimos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana;">Consciente
de la fortuna de tener un puesto de trabajo en los tiempos que corren intento
realizar mis funciones lo mejor que puedo y sé, y dejarme de vagar mentalmente
por esos mundos. Septiembre es tiempo de pies en la tierra, y el cuerpo
agradece el descanso de una cama sin sueños. Pero, como diría mi madre, <i>lo que es de más hasta</i> <i>la vergüenza es mala</i>, y hoy yo me pasé
de cumplidora, teclea que teclea,
intentando finalizar un trabajo. Tan embebida estaba en mi labor que, a la hora
de marcharme. me encontré con la puerta cerrada. Por suerte oí vida en el
despacho de al lado, y afortunadamente vivimos en un pueblo donde rapidamente
localizas a quién tiene la llave salvadora. Una hora más tarde de lo previsto, zampaba
una pizza congelada en compañía de mi hijo. Y una hora después volvía a ese
despacho que empiezo a mirar con cariño masoquista y claustrofóbico. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana;">Tecleando,
referenciando, imprimiendo… y escuchando las canciones que todos los días
repiten las emisoras de radio pasaron un par de horas cuando ¡oh cielos! un
aleteo distrajo mi quehacer. Un pájaro volaba cerca de mí. Un pájaro marrón,
grande y feo, que arrancó de mi poética
mente el siguiente pensamiento cargado de lirismo: “A que me caga en el pelo”.
Decidí darme prisa y salir pitando, aunque como mala del todo no soy, abrí las
ventanas para que el pobre animal volase hacía la libertad, y se olvidase de
mí. Pero él decidió quedarse muy quieto en la pared, comportamiento altamente
extraño en un pájaro, aunque no en un murciélago que es lo que resultó ser. Ahí
descubrí yo que, mira por dónde, no carezco de valor y sangre y fría, porque mi jefe confesó que le daba cierto
repelús, mientras que yo, en un absurdo arrebato de divismo, incluso accedí a
una foto para la posteridad, con gafas de sol, vampírica total.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana;">Eran
las ocho de la tarde, quería terminar, imprimir, recoger e irme, y fue lo que
hice. Me daba pena el animal y no me hacía gracia la idea de encontrármelo
mañana de compañero de oficina, pero proseguí con lo mío, mientras uno de los
compañeros del otro despacho intentaba arrojar al murciélago draculín al
mundanal ruido, cosa que al fin logró.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana;">De
vuelta a casa me detuve a comprar algo de fruta, y mi lado marujil no pudo evitar fijarse en el siguiente
anuncio:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><span style="font-family: Verdana;">Este curso… <o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><span style="font-family: Verdana;">(dibujo de bocadillo) <o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><span style="font-family: Verdana;">Bocadillos por <u>whatsapp</u>. <o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><span style="font-family: Verdana;">Cuando llegas… <o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><span style="font-family: Verdana;">… Ya lo tienes hecho.<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana;">Haciéndole una foto andaba para enviar por whatsapp cuando escuché
el móvil. El que mi grupo de amigas ha nombrado por unanimidad <i>elhombremásrarodecuantosconocemos</i> me preguntaba
si celebraba hoy mi onomástica (eso fue la palabra que empleó). Le aclaré que
no, recordándole que el día de mi santo tuvo a bien felicitarme y regalarme un
ramo de claveles reventones. Y fue entonces cuando me vino a la memoria que,
aquella mañana de agosto, al abrir la
puerta de mi piso un perrazo negro paseaba su amenazador porte por el rellano.
Perpleja me quedé y más cuando el can pretendió entrar en el ascensor conmigo.
Entonces la razón me dijo que era uno de los perros de la vecina del primero
que tiene varios guaus y miaus, pero hoy pensé que un animal precede siempre la
aparición de este <i>hombre extraño incluso para mí</i>. Por suerte no tiene barriga, no
entra en mis planes descubrir si posee corazón, y no hay peligro de que me atraiga. Y, aunque éste es uno de esos días en los que vendería mi alma
por un masaje en las cervicales, me apañaré colocando un cojín de Ikea bajo el
cuello, mientras hago zapping intentando buscar imágenes que me acompañen a ese
lugar blanco y tranquilo llamado nada donde descansar y, aunque pocas veces lo
recuerde, soñar.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana;">Por
cierto, como no olvidé echar una loto, igual mañana soy rica.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<object class="BLOGGER-youtube-video" classid="clsid:D27CDB6E-AE6D-11cf-96B8-444553540000" codebase="http://download.macromedia.com/pub/shockwave/cabs/flash/swflash.cab#version=6,0,40,0" data-thumbnail-src="http://img.youtube.com/vi/8cD9x9-tl_I/0.jpg" height="266" width="320"><param name="movie" value="http://youtube.googleapis.com/v/8cD9x9-tl_I&source=uds" /><param name="bgcolor" value="#FFFFFF" /><param name="allowFullScreen" value="true" /><embed width="320" height="266" src="http://youtube.googleapis.com/v/8cD9x9-tl_I&source=uds" type="application/x-shockwave-flash" allowfullscreen="true"></embed></object></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
Ángela Gondohttp://www.blogger.com/profile/03654579235939571965noreply@blogger.com8tag:blogger.com,1999:blog-3225487596195552284.post-31304995610687338552013-09-03T22:13:00.000+02:002013-09-03T22:16:51.302+02:00Lecturas de verano con opiniones que nadie me ha pedido<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
No sé si tengo una especie de
impronta celular que, coincidiendo con el final del verano y el comienzo de otoño, me empuja a
acciones domésticas. Es como si yo fuese un ave que prepara su nido para pasar
el invierno. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Pero haga lo que haga, una de mis
constantes es tener algún libro (o varios) en danza.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Y para muestra, ahí van mi
lecturas agosteñas:</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>La señorita Dashwood</b> (Elizabeth Taylor), auténtica novela
soporífera, estuvo conmigo muchas noches
estivales. Tiene 250 páginas y no fui capaz de leer más de 10 seguidas sin
quedarme frita. Alguien dijo de la autora que era la nueva Jane Austen. ¡Ay qué
ver cómo mienten los editores! Pero, extrayendo lo positivo – como aconsejarían los
<i>gurús sicomprasmislibrosymehacescasoserás
feliz</i>- es una novela recomendable para los insomnes. Mano de santo, oigan.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>A otra princesa con ese cuento</b> (Noe Martínez) fue el primer libro
que leí en mi recién adquirido ebook. Por suerte me salió gratis. Esta mujer
escribe y no cuenta nada, pero eso no es malo, lo peor es que pretende ser
graciosa, y como procede de la tele emplea los truquillos baratos de los
guionistas de baja estofa. La historia es una tontería que va de tres amigas bastante
pedorras: una maciza que pegó un braguetazo pero quiere de verdad a su maduro
marido, una uróloga que se lía con un médico joven que hace el MIR con ella (se
nota que la tal Noe veía Urgencias y Anatomía de Grey) y otra que se llama Filo
y es la metepatas gorda (típico
personaje supuestamente cómico de serie mala) que al final también encuentra un
apaño. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Por supuesto… ¡¡¡ lo borré !!!</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>Un asesinato literario</b>
(Batya Gur) fue mi oportunidad de leer a
esta escritora. A menudo me tentaba comprar alguno de sus libros, pero
los publicaba Siruela y la editorial del hijo intelectual de la duquesa de Alba
es cara y nunca terminaba de decidirme. Mucho me alegré de mi prudencia cuando
fui leyendo la historia, que no estaba mal pero resultaba previsible. Descubrí
antes al asesino y el móvil que qué personajes eran femeninos o masculinos, no porque la autora
fuera ambigua al respecto sino por los nombres hebreos; por suerte el atractivo
y culto policía (estereotipo de novela negra) se llamaba Michael. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Tengo claro que no compraré los
libros de esta escritora (además la pobre no se beneficiaría de ello porque
murió), pero como los tengo descargados, posiblemente el tal Michael vuelva a
acompañarme en algún otro momento.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>Curvas peligrosas </b>(Susana
Hernández) fue el resultado de mi primera descarga de libros. Me hizo gracia el
título y me dije… venga. Os pongo de qué va: un asesino que parece un serial
killer pero luego no lo es, una policía lesbiana con problemas amorosos, una
abogada lesbiana que le tira los tejos, otra policía hetero, divorciada,
cruzando la barrera de los cuarenta sin amor y con una hija problemática. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
La palabra que mejor le va a esta
novela es olvidable. De hecho la borré, y he tenido que buscar en google el
nombre de la autora para ponerla a parir por aquí.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>La tienda y la vida</b> ( Isabel
Sucunza) es el libro de una bloguera, pero por hacer la contra lo compré en
papel las navidades pasadas. La verdad es que disfruté leyéndolo, porque es
fresco y aporta reflexiones inteligentes (al menos a mí me lo parecieron). Me
acompañó un fin de semana de agosto, de fiestas locales, idas y venidas de
hijos, y logró disipar esa estúpida añoranza que aún me visita.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>Otra vez domingo</b> (Francisco
García Pavón) llegó a mis estantes en primavera cuando decidí saldar una deuda
pendiente con mi paisano y leer al sencillo y nada simple guardia civil <i>Plinio.</i> Este libro en concreto, es
divertido, inteligente, crítico… Se lee con una sonrisa perenne y las neuronas
bailan felices con las imágenes y reflexiones que el autor, en boca de los
personajes, nos deja. Voy a buscar el sombrero que me compré en la playa para
evitar las pecas y me lo quito y hago una reverencia (en serio).</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>El arte de besar en la boca</b> (Kristin Harmel) era una apuesta segura
para leer en el tren. No me defraudó porque lo descargué intuyéndolo malo.
Chica abandonada por el novio, pierde empleo, pero (la suertuda) tiene una
amiga que vive en París y la invita a ir a verla (la prota vive en los Estados
Juntitos, en Texas o en un sitio así). En París tiene un éxito increíble con
los hombres y además encuentra un trabajo estupendo. Luego todo se lía y vuelve a los USA, pero al final la
historia termina bien y como la besan varias veces se queda con el que mejor lo
hace.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Lo borré sin el menor
remordimiento. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>Y entonces sucedió algo maravilloso</b>
(Sonia Laredo) lo empecé a leer en la estación de ferrocarril de Ávila.
Lo maravilloso fue que el tren llegó puntual, y lo bien que lo pasamos durante
el viaje. El libro no es nada del otro mundo. Una historia corrientucha de
mujer inteligente que deja su vida y encuentra un lugar la mar de bucólico
habitado por gentes buenísimas. En aquel remoto lugar conoce a un hombre que la
pone mirando a Cuenca cada vez que la ve y la deja embarazada. Hay frecuentes
referencias literarias, pero la mayoría resultan forzadas. Y como la escritora
quiere que sepamos que sabe mucho nos mete una mujer loca en plan Jane Eyre,
pero sin el encanto de <st1:personname productid="la Brontë." w:st="on">la
Brontë.</st1:personname> </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Lo voy a borrar, porque por
suerte éste también lo descargué.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>La señorita Milverton</b> (Anne
Hocking) lo bajé muy ilusionada porque imaginé una historia entre policíaca y
humorística. Sonreí algo (poco) y descubrí enseguida la razón por la que morían los sobrinos de la señorita M. y quién
los envenenaba. No sé si es la traducción o la época en que fue escrita , pero
la novela es ñoñeta. Pero, como es cierto que de casi todos los libros se
aprende, ahora sé que no es conveniente que beba vino de ruibarbo, principalmente porque intuyo que debe estar
asqueroso (ya hice la prueba con el de cereza) y en la novela los que lo bebían
solían palmarla enseguida y con mucho sufrir por no sé que ácido que les
echaban en las copas.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Creo que lo voy a borrar.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>Las manos más hermosas de Delhi</b>
(Mikael Bergstrand) lo compré un día que iba al médico y me metí en el
Corte Inglés a hacer tiempo. Así descubrí una historia tierna, cercana, optimista
y llena de vida. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Se lo he recomendado a todos mis
amigos, y pienso prestarlo a las personas que aman tanto los libros, que los
cuidan y devuelven.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Ahora ando leyendo <b>La vida y la muerte me están desgastando</b>
de Mo Yan, y eso sí es LITERATURA.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /><iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.youtube.com/embed/jvXywhJpOKs?feature=player_embedded' frameborder='0'></iframe></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
Ángela Gondohttp://www.blogger.com/profile/03654579235939571965noreply@blogger.com16tag:blogger.com,1999:blog-3225487596195552284.post-32471133047389164062013-09-01T12:34:00.000+02:002013-10-02T12:38:11.154+02:00A sorbos<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
El viernes subí la maleta violeta
al trastero. En una novela quedaría bien decir “desván”, pero en la vida tenemos trasteros donde acumulamos objetos que hablan del tiempo que una vez
compartieron con nosotros. Mi maleta estará allí hasta nueva orden, dispuesta
para acompañarme sin preguntar el destino, a la espera de poder rodar por calles desconocidas y respirar otros lugares. Pero de momento aquí estamos, ella en el trastero, y yo con pijama de verano y taza de café
tecleando una vez más.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Se me ocurre que hoy soy la imagen
estereotipo del final de las vacaciones. Miro el reloj y, aunque ya han pasado
las primeras 12 horas de este uno de septiembre, aún no me he tomado la molestia de vestirme y voy en pijama. Me dejo
envolver en la dulzura de unas últimas horas sin más obligaciones que las que
impone el cuerpo. Me muevo con lentitud, saboreando un café. No hay prisa.
Mañana la alarma marcará el comienzo de una jornada distinta, me espera una
mesa de trabajo desbordada, un calendario que cumplir, y se esboza un otoño que
sin duda me sorprenderá.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Pero hoy…, mientras la maleta
violeta cuenta sus últimas escapadas a los otros ocupantes del trastero, bebo mi café sin prisa, a sorbos y en pijama.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.youtube.com/embed/S9nSgMwtkK0?feature=player_embedded' frameborder='0'></iframe></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
Ángela Gondohttp://www.blogger.com/profile/03654579235939571965noreply@blogger.com6tag:blogger.com,1999:blog-3225487596195552284.post-51850424641311056982013-08-29T16:54:00.000+02:002013-08-29T16:54:18.369+02:00El abogado del diablo<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Me gusta mi trabajo. Supone un
reto para mí. Mi cliente es tan generoso como malvado, en todas y cada una de sus formas, y
debo emplearme a fondo para establecer una defensa coherente.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Como el abogado del diablo, mis
casos son importantes: genocidios, trafico de órganos, compra-venta de seres
humanos… Así que, por favor, no me molesten con sus mezquinos pleitos
sentimentales. ¿Cuáles fueron los terribles delitos? ¿No les amaron lo
suficiente? ¿Traicionaron la confianza que depositaron sin la menor garantía? ¿Fueron
dejados de lado por quién decidió “seguir su propio camino”? ¿O acaso el delito
fue intentar preservar un átomo de intimidad a salvo de un afecto inquisidor? Me
tienta, en vista de lo execrable de su reacción, elevar un informe a San Pedro
para que premie el buen gusto de la actuación de las personas acusadas que, con
excelente criterio, decidieron alejarse. Y ustedes debían, en lugar de lanzar
ráfagas de rabia, tener la inteligencia de reír a carcajadas, satisfechos de no
contar ya en sus <b><i>impecables vidas</i></b> con la presencia de tan deplorables personajes.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.youtube.com/embed/YErXozSHW9w?feature=player_embedded' frameborder='0'></iframe></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
Ángela Gondohttp://www.blogger.com/profile/03654579235939571965noreply@blogger.com8tag:blogger.com,1999:blog-3225487596195552284.post-11261381879298137452013-08-23T13:45:00.000+02:002013-10-01T13:00:57.534+02:00Volver<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Cuesta volver…</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Un día, sin pensar, dejas de
juntar palabras intentando ensamblar relatos o pensamientos. Te sumerges en un océano de momentos y, en este mundo tan encorsetado, resulta agradable la sensación de
libertad que te envuelve. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Tus ojos siguen viendo historias
en cada rincón: el hombre del tren que come solo, la pareja de edad dispar, el
amable desconocido que te indica qué visitar en su ciudad, los amantes que se
miran ajenos al mundo en la mesa de al lado, el vestíbulo del hotel donde se
cruzan vidas… Pero no escribes. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Surgen anécdotas, vives
experiencias nuevas, descubres facetas nuevas en cuanto te rodea… Pero no
escribes.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Y cuando regresas, deshaces las
maletas, llamas a los amigos, ordenas tu casa, hablas con tu vida. Es entonces
cuando te preguntas sí quieres escribir y sí serás capaz de hacerlo.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
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Cuesta volver…</div>
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Ángela Gondohttp://www.blogger.com/profile/03654579235939571965noreply@blogger.com8