Quién soy

En un mundo imperfecto, yo no soy la excepción

viernes, 23 de noviembre de 2012

Alma de bolero

¿Conocer el diagnóstico es un primer paso para la curación?

Con un estado anímico por los suelos, una tristeza que borra las alegres gotas de Chance  con que me perfumo y una mirada tan nublada como si tuviese cataratas, me dedico a centrifugar ideas. De acuerdo con la máxima de “pienso, luego existo”, evidentemente soy un ente (podría hacer la gracieta de añadir “procedente de un planeta diferente”, pero hoy estoy en modo austero y, por tanto, tonterías las justas).

Pensando y repensando (por si se me escapa alguna idea en las alas de los pájaros que habitualmente anidan en mi cabeza) llego a la siguiente conclusión: Tengo alma de bolero. Esa es la cuestión. Llego yo solita, sin Holmes, sin Poirot, sin Phillip Marlowe… Yo misma, acodada en mis circunstancias, he llegado a tan sesudo razonamiento.

Me explico. No soy melodramática. No siento que muera de dolor, ni me cueste respirar, o que me duela la piel en el vacío. De ser así habría pensado que poseo alma de tango.

Tener alma de bolero es diferente. El bolero habla de sentimientos que envuelven y afloran en una lágrima que escapa rebelde. En el bolero las mariposas estomacales siguen  aleteando porque no quieren morir, por más que la razón informe que tienen los días contados,  mientras posibilidad de una vida tibia no basta para fundir el hielo que cubre un corazón incapaz de frenar sus latidos desbocados.

Y yo proclamando que no tenía alma, cuando ella canta canciones de amor, de sendas tropicales, piel canela, ojos negros, sabor a otro… Y mi pobre alma, que canta desafinado,  por mucho sufra no se arrepiente de nada.

Tengo el diagnostico, el mal, pero también el alma. ¿Qué narices voy a hacer?

6 comentarios:

  1. Maravillosas letras, firmes y pensativas, profundas a la vez que cariñosas.
    Al final te sale esa gracieta que negaba tu austeridad.
    Buen finde, Ángela

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  2. Nada... no puedes hacer nada.
    Ay Angelilla...
    Besos desde mi alma.

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  3. Si yo tuviera la respuesta, si tuviera la solución, si el bálsamo para esa alma, ay si yo pudiera...
    Vívir la vida y recordar los momentos, no nos queda otra.
    Qué bonita música, bella mía.
    Un abrazo balsámico.

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  4. Los boleros desgarran y duelen como un agujero en el alma... pero no hay mal que cien años dure. Tengo pegamento por aquí, cuando quieras te mando. No me gusta leerte triste. Un beso gordo!

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  5. De una Ángela a otra: un abrazo. Yo no sé si tengo alma de tango o de bolero, nunca lo he pensado, la verdad es que el tango me parece más apasionado y el bolero siempre me arranca una lágrima...

    Como dice Ana, no hay mal que cien años dure. Un abrazo enorme.

    metamorfosis (para que me reconozcas):)

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  6. No tienes que hacer nada, sólo dejar que el alma vaya sanando por sí sola. Déjala aflorar, permítele cantar aunque desafine.
    Más de 7 lustros tocando música y no sabía yo la diferencia entre el tango y el bolero. Ah, claro: lo mío es el pasodoble.
    ¡Ánimo! (¿masculino de alma?)
    Abrazos.

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