Quién soy

En un mundo imperfecto, yo no soy la excepción

jueves, 29 de agosto de 2013

El abogado del diablo

Me gusta mi trabajo. Supone un reto para mí. Mi cliente es tan generoso como  malvado, en todas y cada una de sus formas, y debo emplearme a fondo para establecer una defensa coherente.


Como el abogado del diablo, mis casos son importantes: genocidios, trafico de órganos, compra-venta de seres humanos… Así que, por favor, no me molesten con sus mezquinos pleitos sentimentales. ¿Cuáles fueron los terribles delitos? ¿No les amaron lo suficiente? ¿Traicionaron la confianza que depositaron sin la menor garantía? ¿Fueron dejados de lado por quién decidió “seguir su propio camino”? ¿O acaso el delito fue intentar preservar un átomo de intimidad a salvo de un afecto inquisidor? Me tienta, en vista de lo execrable de su reacción, elevar un informe a San Pedro para que premie el buen gusto de la actuación de las personas acusadas que, con excelente criterio, decidieron alejarse. Y ustedes debían, en lugar de lanzar ráfagas de rabia, tener la inteligencia de reír a carcajadas, satisfechos de no contar ya en sus impecables vidas con la presencia de tan deplorables personajes.



viernes, 23 de agosto de 2013

Volver

Cuesta volver…

Un día, sin pensar, dejas de juntar palabras intentando ensamblar relatos o pensamientos. Te sumerges en un océano de momentos y, en este mundo tan encorsetado, resulta agradable la sensación de libertad que te envuelve.

Tus ojos siguen viendo historias en cada rincón: el hombre del tren que come solo, la pareja de edad dispar, el amable desconocido que te indica qué visitar en su ciudad, los amantes que se miran ajenos al mundo en la mesa de al lado, el vestíbulo del hotel donde se cruzan vidas… Pero no escribes.

Surgen anécdotas, vives experiencias nuevas, descubres facetas nuevas en cuanto te rodea… Pero no escribes.

Y cuando regresas, deshaces las maletas, llamas a los amigos, ordenas tu casa, hablas con tu vida. Es entonces cuando te preguntas sí quieres escribir y sí serás capaz de hacerlo.


Cuesta volver…