Podría ser yo…
Los ojos la delataban tocada y herida al borde del hundimiento
en el mar de la vida. Exponía en frases cortas y tímidas su situación familiar, como si pidiese disculpas por haber fracasado en el desempeño del papel que
hace tiempo el guión del destino le
otorgó.
El cuerpo frágil temblaba por falta de abrazos, en la piel
se leía desencanto y soledad, y las manos se movían desorientadas.
Me encanta esta canción, un gran micro compañera, aunque me quedo con ganas de saber mas. Un abrazo.
ResponderEliminarLa canción es pura poesía ¿verdad?
EliminarYo también quiero saber más de esa mujer de ojos tristes, y quisiera imaginar para ella un futuro con luz en la mirada y alas en el alma.
Besos.
Muchas son las almas en las cuales nos vemos reflejadas, Gondi mía. La canción la he descubierto gracias a ti, y es un deleite perderse en sus letras como en las tuyas.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo. No te faltarán nunca y lo sabes, jejeje.
Mi querida amiga tú sabes como surgen mis letras.
EliminarCuando entró esa mujer... pensé qué aunque hoy eramos tan distintas hubo un tiempo en el que todo me llevaba a ser ella.
Besos con abrazos siempre.
Un texto adornado con metáforas nostálgicas. Cuántos acaban abandonados en la soledad de la vida. Yo mismo a veces me encuentro con ella y trato de habalrle pero no me responde; se que está lejos....
ResponderEliminarMe ha gustado mucho tanto tu escrito como la poética canción de Carlos Chaouen y Kutxi romero, autores cque no conozco (conozco tan poco...).
Un abrazo.
José.
Te sigo...
Gracias por este comentario, Josef, que hace que una sienta que las letras sirven de puente.
Eliminar¡Qué paradoja! La soledad es la más fiel de las compañías...
Abrazos.
la eterna buscadora de lianas
ResponderEliminarMe encanta eso.
Gracias, Jordim.
EliminarNo veas los equilibrios que hace Jane para sortear pozos y fangos mientras camina jajaja.
Gracias por entrar a este lugar.