Quién soy

En un mundo imperfecto, yo no soy la excepción

jueves, 13 de diciembre de 2012

2 en 1

Como muchos otros, cada mañana abro mi correo. No sé cómo está  configurada vuestra página de inicio, pero en la mía aparecen noticias varias, enlaces y un horóscopo tan falso que el lunes o el martes te cuenta como va a ser el  pasado fin de semana.

Hoy un Papa Noel  y el número 50 atrapan mi mirada. Normal que tal cosa suceda, porque el reclamo está ahí, puesto que llevo años diciendo que voy a buscar un cincuentón aparente y que me gustan los hombres con barriga. Pero no… si leo atentamente veo que se habla de 50 ideas para regalar esta Navidad, y que lo hace en plan sexista. Según este artículo a las mujeres las enamoran bolsos, perfumes, zapatos, y a ellos deporte, moda, música y lectura.

Perpleja me planteo si soy un 2 en 1. Yo no me enamoro de un bolso, ni de un perfume ni de unos zapatos, a lo sumo pueden gustarle a mi yo frívolo, pero enamorarme… ¡ja!, para eso necesitaría el hombre que huele a ese perfume, calza esos zapatos y… ¿con bolso?

¡Cáspita! ¡Recorcholis! ¡Repámpanos! (Como en los bocadillos que salían de la boca de los personajes de los tebeos de mi infancia, de mi boca no brotan tacos salvo que invente un personaje y ahí me lance a soltar lindezas que, aunque  puedo y sé hacerlo, no van conmigo).

Varias exclamaciones demostrando mi estupefacción después… Medito (profunda que es una) sobre la materialista referencia a enamorarse de los objetos en cuestión. ¡Qué  poco romántico! ¿Objetos? ¿Cuándo el amor ha sido objetivo? Si somos sujetos sentimos subjetivamente. Ya lo expresó muy bien Blaise Pascal, además en francés considerado el lenguaje del amor, “el corazón tiene razones que la razón no comprende”.

Aún procesando estas dudas que me invaden, sigo pensando… que tengo que tener algo de varón puesto que también me gusta la moda, la música y la lectura. Me libro de etiquetarme de camionero testosterónico total porque el deporte no me interesa en absoluto; pero me siento rara, clasificada como  mujer que no se enamora convencionalmente y que tiene gustos masculinos.

Y la verdad, me preocupa esta indefinición mía porque este escrito, aparentemente baladí  (tenía ganas de utilizar esta palabra) está  patrocinado por la sabiduría del Corte Inglés, supremo oráculo de nuestras vidas.


3 comentarios:

  1. Dime donde puedo encontrarte, me saldrias muy económica para esta Navidad tan austera. Moi Aussie, bella de moi. Bess, Jane.

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  2. Besos hasta ti, ni masculinos ni femeninos, sin cortes ingleses ni nada de eso. Sólo besos.

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  3. jajajajaj me encantan estas mini reflexiones!! yo opino igual, me gustan los bolsos, los zapatos, la música, los libros!! sobre todo eso y también tengo mucho de hombre jajajaj que le vamos a hacer, aunque conmigo es muy fácil acertar, pero nunca lo hacen.
    Besos!!

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