Quién soy

En un mundo imperfecto, yo no soy la excepción

martes, 18 de septiembre de 2012

Orgullo


Nunca quise hacerle daño a la mujer. No significaba nada para mí, solo era alguien  que acababa de aparcar el coche lo suficientemente cerca como para garantizarme un atraco fácil y rápido.

Yo necesitaba dinero y todo en ella lo anunciaba. Era una de esa viejas sin edad que  intentan atrapar la juventud a golpe de bisturí y talonario.

Me dio rabia comprobar que a la muy puta no le temblaban las manos cuando me entregó, una a una las sortijas que lucían sus dedos ociosos y cuidados.  Yo  notaba como un sudor pegajoso y frío bañaba mis manos, mientras intentaba disimular el temblor amenazándola con la navaja.

Juro por mis muertos que no pensaba pinchar  a aquella zorra. Yo solo quería un poco de pasta para irme donde el Suso y meterme algo para que dejasen de dolerme los huesos y la mierda de vida que tengo. Pero, cuando ya  iba a salir corriendo, ella  me miró con el mismo desprecio que  los tíos miraban a mi madre cuando se abría de piernas para conseguir un pico.

¡Me sentí cómo Dios cuando  mi navaja borró el orgullo de sus ojos y apareció el miedo!






Nota: Este texto fue escrito para el taller de cuentos de grupobuho, bajo el tema "marginados".

9 comentarios:

  1. Respuestas
    1. Gracias, mi querida "alter ego".
      De algo me tendrían que servir mis lecturas de novela negra y el sin par "El Caso".
      Besos.

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  2. Lo recuerdo y me sigue gustando tu forma de relatarlo: tan real!
    Un abrazo, amiga!!

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    1. Gracias, Aurora.
      A veces uno se cruza con una mirada llena de sombras y se pregunta qué hay allí.
      Besos.

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  3. Yo no lo leí, pero ahora que lo he hecho, me ha encantado.
    Además vengo de otro sitio de leer sobre otro ladrón, así que parece que estoy con "la noche temática".
    Un besico.
    Y me alegro de la noticia.

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    1. Gracias Joaquín.
      Ya sabes que la enfermera que me prestaste compartió conmigo la peor de las noches, así que un día de estos compartiremos la bonanza actual.
      Besos para los cuatro abaraneros (¿se dice así?).

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  4. No conocía todavía este registro tuyo... No dejas de sorprenderme, y eso... ¡me encaaaaaantaaaa!

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