Si aciertan, y todo acaba...
No tiene sentido que haga testamento por dos motivos: No tengo nada de valor y no quedaría nadie a quien legar. Problema resuelto.
Podría arrojar un “te quiero y no deseo vivir sin ti", pero como ya no viviré tanto da. Si no lo digo, me ahorro el cortazo de no obtener un “y yo a ti”. Problema resuelto.
Problemas de dinero, de organización, enfados, aplazamientos, tristezas, anhelos, ausencias… Nada existirá ya.
Sin problemas y sin mañana, hoy juego a sentirme yo. Y sonrío porque… no pienso hacer en este jueves 20 diciembre de 2012, vaticinado como el penúltimo día de la humanidad, otra cosa que vivir, segundo a segundo, el tiempo que me reste.
No hay comentarios:
Publicar un comentario