Quién soy

En un mundo imperfecto, yo no soy la excepción

martes, 12 de marzo de 2013

Irreflexiones... sin más


La palabra felicidad aparece por todas partes. Invade nuestras vidas. La palabra… La sensación no;  al contrario, la infelicidad se palpa en el aire.

¿Cuántas personas conocéis que sean felices? No me sirve que en recuento aparezcan las que se han instalado en el mullido colchón de la conformidad, al alcance de todos si estás dispuesto a pagar los plazos estipulados. No, yo hablo de felicidad, esa emoción esquiva y juguetona que aparece inesperadamente y nos abandona sin previo aviso.

¿Sois felices?

Os estoy imaginando enumerando los pros de vuestra vida. Podéis dejar el ábaco. Esos pros confortan, ayudan, son muletas en el día a día, apuntalan un bienestar balsámico, pero no pertenecen al conjunto felicidad.

Yo, como todos, atesoro fugaces momentos perfectamente felices. En periodos de decaimiento los busco e intento recuperarlos, pero el perfume que los hizo especiales se ha escapado, ya no son fragmentos de pura felicidad sino recuerdos.

A veces he mirado un perro al sol, un gato equilibrista de tejados, un pájaro tenor en la mañana, una tortuga tímida y concienzuda… Todos ellos viven sin plantearse preguntas, se limitan a ser en cada segundo y, si es posible, dejar su huella en la siguiente generación.

Nosotros como especie somos un desastre por culpa de la felicidad. Nos preguntamos. Dudamos. Anhelamos. Soñamos… Pasamos la vida buscando, persiguiendo, descartando…

Paradójicamente ¿seremos infelices por creer en una felicidad posible?





16 comentarios:

  1. A mi modo de ver, la vida se compone de un enjambre de sensaciones, donde la mas agradable es la felicidad.
    ¿Soy feliz?, buena pregunta, mi contestación puede ser que: "no soy infeliz". Vivo lo que puedo, mi salud es buena, me rodeo de personas que me quieren y aparto de mi vida todo aquello que no se acerque con limpias intenciones.
    Ser feliz todo el tiempo sería imposible, no nos ayudaría a conocernos totalmente a nosotros mismos, y no valoraríamos en su totalidad los buenos momentos.
    Feliz día Ángela

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  2. Yo también suelo responder que no soy infeliz, Clara, porque así es.
    Feliz... lo he sido, lo soy, y pienso serlo... en ocasiones. Vivir es un todo, y la oscuridad se define gracias a la luz.
    Besos relativamente felices.

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  3. Sin duda alguna. Es mi respuesta a tu interrogante final. La felicidad está sobrevalorada, además de ser una impostura. Es huir de la infelicidad lo que nos ocupa, lo que nos preocupa. Un abrazo.

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    1. Coincido contigo Amando.
      Me considero una persona bastante afortunada y suficientemente feliz, pero confieso que en más de una ocasión la sombra del sin embargo me oscurece el alma.
      Abrazos.

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  4. La pregunta final es sencillamente magistral. Somos felices por momentos querida amiga, y es cierto, esos momentos pasados ya no es felicidad, son recuerdos. Pero hay segundos, minutos, horas y hasta días en los que somos completamente felices. Ya tuvimos esta conversación, aunque yo hubiera sido más feliz haberla tenido contigo sentadas en una cafetería antigua con ventanales y visillos, que por el wassap jajajaja, pero somos modernas!!.
    Besos.

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    1. Modernas y relativemente felices, sureña. Me niego a renunciar a la búsqueda utópica de la felicidad, pero también a hipotecar mis días en aras de una felicidad perfecta. Después de todo, yo soy absolutamente imperfecta jajaja.
      Besos felicísimos de tenerte como amiga.

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  5. Opino que la felicidad está mal conjugada.
    Quiero decir que usamos el verbo "ser" y en realidad son momentos, días o etapas en los que "estamos" felices (o infelices).
    La felicidad es la zanahoria que llevamos delante de nosotros para continuar arrastrando nuestra existencia.
    Huy, esto último me ha salido muy profundo pero es que tu texto también lo es.
    Un abrazo.

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    1. Joaquín del alma de mi amiga Ana suscribo lo que dices.
      Y por cierto... eres profundo, te guste o no.
      Besos que muy pronto te doy en directo.

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  6. Pregunta fácil con una respuesta demasiado compleja. La felicidad plena la alcanzamos en determinados momentos fugaces, y además me arriesgo a decir que ni siquiera somos conscientes de que eso era felicidad, lo apreciamos una vez ha pasado. Después de todo no somos infelices, o somos conformistas, vete tú a saber!!!
    Un abrazo muy grande, amiga mía.

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    1. Una vez leí que Nestle había comprado los derechos de la palabra felicidad para publicidad, ya ves... como si las emociones se cuantificar en términos económicos o medir con magnitudes estandarizadas.
      Sé que hay momentos en los que la felicidad me envuelve. Son momentos míos sin un porqué definido. La otra cara de la moneda es la hermana triste de la felicidad, que también me visita e incluso, muy a pesar, duerme más de una noche conmigo.
      Besos envueltos en deseos de felicidad.

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  7. Cada uno tiene sus momentos felices y sus momentos malos, lo curioso es que al recordar el pasado suelen ser estos primeros con los que nos quedamos mientras que los segundos pasan a olvidarse o se transforman en meras anécdotas divertidas. Para mi la felicidad no es un general sino algo mas parecido a una amiga a la que visitas de vez en cuando.
    Un abrazo.

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    1. Me gusta esa imagen de la felicidad amiga que, a veces, nos regala su visita.
      ¿Quién sabe? Igual si la mimamos lo suficiente se queda un poquito más.
      Gracias por visitarme y quedarte un ratito.
      Abrazos.

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  8. La felicidad no existe. Lo único que existe es el deseo de ser feliz.
    Anton Pavlovich Chekhov

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  9. La felicidad existe, Funámbulus, efímera, clandestina, tímida...
    Déjame creerlo.
    Besos.

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  10. La felicidad en sí como tal no es más que un conjunto de sensaciones en los que mayoritariamente impera un sentimiento de alegría. Es imposible estar feliz todo el tiempo y ser feliz al 100%, igual que es imposible ser infeliz las 24 horas del día. Siempre hay algo o alguien que te hace cambiar de sensaciones.

    Creo que una de las cosas más paradojicas que tiene el ser humano es que la búsqueda de la felicidad le provoca infelicidad. Deberíamos ser más conformistas.

    Un beso alegre.

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    1. Pero somos inconformistas, Analogías, condenados a una infelicidad latente en cada acto, y a la búsqueda de esa utopía de identificamos con Felicidad, en mayúsculas.

      Besos felices por saber de tu amistad.

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