Quién soy

En un mundo imperfecto, yo no soy la excepción

viernes, 5 de abril de 2013

Sin lianas, pero siempre Jane.

Dicen que los sueños son la puerta por la que entra nuestro inconsciente y nos habla. El mío no se parece nada a mí yo consciente, pues si habla lo hace poco ya que no suelo recordar lo que intentó contarme. Lo  bueno es que -como sucede con esas personas calladas que un día rompen a hablar y sorprenden a los interlocutores captando toda su atención- cuando algún sueño despierta conmigo le doy vueltas intentando descubrir algo en él,  a mi peculiar manera centrifugadora buscadora de porqués.

La película onírica que recuerdo haber vivido anoche es sencilla. Escenario: una habitación, o mejor dicho, una especie de pasillo relativamente ancho, lugar de paso sin duda. Atrezzo: algunas sillas. Personajes: Bastantes extras anónimos, que en el sueño no eran desconocidos para mí, una de mis mejores amigas y mi persona.

No sé qué hacíamos allí, pero sí que estábamos esperando. La sensación era la misma provisionalidad que se respira en una estación de tren. De pronto algo cambió en el aire, una especie de vibración y todo el mundo buscó un lugar donde protegerse. Éramos como figuras de juguete en el cuarto de un niño, al borde de un tren que venía y podía arrollarnos si seguíamos inmóviles. Recuerdo mi estupor y como era incapaz de moverme mientras el resto se pegaba a los muros y se alejaba del camino del tren que se intuía cada vez más cercano. Mi amiga y yo nos encontramos en un rincón, expuestas en una especie de curva. No sé porqué una silla había dejado su espacio solo para una persona y fue mi amiga la que ocupó aquel lugar seguro, encajada y protegida, pero preocupada por mi seguridad me  insistía para  que buscase un refugio. Entonces vi una mesa diminuta y, de alguna manera, logré meterme debajo, como la más hábil contorsionista del Cirque du Soleil. Las personas del sueño se reían con mi ocurrencia y yo también. Creo que dije algo así como:

-         Sí, sí… muchas risas, pero de lo que se trata es de no morir.

No había dramatismo en aquellas palabras, solo una especie de adaptación ambiental. Allí doblada me sabía a salvo y era lo único que importaba. Sentía cerca la presencia de una amiga y el tren amenazador ya no podía hacerme daño. Reía divertida por lo absurdo de mi postura, pero feliz de haber encontrado un medio para sobrevivir.

No recuerdo más. Esta mañana pienso en el sueño como metáfora de mi postura existencial. Intento protegerme ante los sobresaltos y peligros que el hecho de vivir encierra. Cuento con personas amigas que sé que están ahí, pero ante todo sé que yo, más Jane que nunca, soy la responsable todos los actos que componen mi vida. Transito como puedo las sendas no marcadas que aparecen en cada momento, y he aprendido que el camino de cada uno es aquel que decide hacer cada día.




12 comentarios:

  1. Extraño sueño, te aseguro que tiene su explicación. Seguridad, protección, compañía, aunque el peligro sigue al acecho. Algo hay de verdad, amiga mía.
    Un fuerte abrazo, y subamos a ese tren.

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    1. Tal vez los sueños solo sean excusas para replantearse posibilidades.
      En cualquier caso, si cojo el tren espero verte en la cafetería jajaja.
      Besos.

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  2. Pues llámame frívola y superficial, pero yo lo relaciono con que te has quedado con la noticia de otro terremoto cerca... jajaja. Con los años me he vuelto más práctica (será mi lado masculino).

    Un besazo.

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    1. Una de las personas que mejor me conoce, que se define a sí mismo como psicólogo fracasado (y de eso nada), me decía que reflejaba mi miedo.

      Miedos arrastro y, si intuyo, la posiblidad de un tsunami busco cobijo, te lo aseguro porque seré cobarde pero no un kamikaze emocional.

      Besos listilla.

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  3. Yo de tu sueño, deduzco paz después de una tormenta. Hay alguien ahora, que te trasmite la seguridad suficiente, para afrontar la vida con ilusión y buen humor.
    Sea como fuere, como tu bien dices "el camino de cada uno es aquel que decide hacer cada día".
    Abrazos

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    1. Soy una insegura optimista, ya ves...
      Pero reírme me río, te lo aseguro.
      Besos.

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  4. Ese sueño es miedo!! miedo a que te arrase un acontecimiento, pero te sientes protegida para enfretarte a lo que venga. En cuando a tu amiga que se refugió decirte que eso significa que por más cerca que tengas a la gente y te aprecien, al final tú sola es la que tiene que salir a flote. Así de dura es la vida amiga, el tren no es más que los días y los meses y los años que te quedan por vivir y por supuesto... ¡oportunidades!.
    Aquí Maite analizando sueños, que me encantan y tengo varios libros espectaculares.
    Besos despiertos!!

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    1. Mi madre tenía una máxima: Él que de fuera lo espera, frío se lo come.

      Yo no soy tan cínica con respecto a los demás, pero intento valerme por mí misma. Entiendo que Jane poco podía conseguir de Chita y demás.

      Besos con los ojos como platos.

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  5. Bueno, si esta noche tengo pesadillas con un tren que me arrolla, te llamaré y te pediré una mesita. Esta bien sentirse a cubierto, nunca mejor dicho.
    Un abrazo

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    1. Jajaja
      Te advierto que la mesita era diminuta hasta para mí que soy un pegote.
      Pero un hueco te hago para que no haya tren que pueda con nosotros.
      Abrazos.

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  6. ¿ Y que es lo que fumaste ese día- o noche-?...fuera bromas,comprendo perfectamente lo que dices y cuentas (magistralmente), pero? somos responsables de todos nuestros actos??...no creo (eso espero)
    me alegra infinito, y no miento nunca, volver a leerte, compi de pupitre :)

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  7. Jajaja
    Sabes que no fumo, Antonio querido.
    Yo también me alegro de verte. Seguiré guardando un bollycao para compartir en la hora del recreo, compañero y maestro de letras.
    Besos.

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