Quién soy

En un mundo imperfecto, yo no soy la excepción

lunes, 23 de septiembre de 2013

La terrible alucinación de la realidad


Afirmaba el personaje de una novela que la realidad es una terrible alucinación que disuelve la bebida. Sin ser abstemia -apenas bebo, a pesar de mis bromas hablando de mojitos o tinto de verano (bien lo dice el refranero “Dime de lo qué presumes y te diré de lo qué careces")-, lo cierto es que ahogar mis penas en un vaso no es lo mío y tampoco buscar la euforia  del alcohol en vena. Mucho decir que vuelo y que sueño, pero vivo a ras del suelo atrapada en lo que no sé definir de otra manera que mundo real.

Hace tiempo que no me acercaba a la pantalla así… desnuda en palabras y emociones. De hecho, últimamente he escrito poco y leído mucho. Pero, como el asesino que siempre vuelve al lugar del crimen, volví a ese mundo que me ofrece lianas para seguir avanzando y evita que caiga en las arenas movedizas de la tristeza y los lodos del desanimo.

¿Habéis visto esas sillas abandonadas en medio de una acera o junto a un contenedor? Son un elemento extraño, casi onírico, en el paisaje urbano. Fuera del marco que las define, no parecen tener mucho sentido. Curiosamente, horas antes esa silla dio cobijo a un cuerpo, acompañó a una comida, escuchó conversaciones… El objeto fuera del conjunto del que formaba parte cambia aún siendo el mismo. Así me siento tantas veces… extraña, fuera de lugar, indefinida… Soy yo y, sin embargo, me cuesta sentirme alguien.

¿Qué necesito para vivir con cimientos? No lo sé. Si esto fuese una tormenta de ideas, ahora mismo el cielo sería tan azul como el que veo enmarcado en la ventana.  Quiero una existencia mía, un entorno hecho por y para mí, una seguridad que emane de mis poros, de mis neuronas, de mis actos...

En medio de una supuesta madurez,  me siento tan perdida como una adolescente. He criado hijos, he cuidado padres, he visto morir a seres queridos, he tenido amores y desamores, he sufrido y he hecho daño en las batallas diarias de la vida… Pero sigo siendo una recluta perdida en la selva, sin más bagaje que algunas certezas y cada vez menos sueños.

Y, aunque me identifico con la patética y absurda silla en medio de la acera, expuesta al sol, a las miradas y a la indiferencia de las vidas ajenas, sigo escribiendo…








16 comentarios:

  1. Por favor, no minusvalores tu consumo de tinto de verano. Sobre todo desde que te ha dado por echarle canela.

    Cuando Magritte pinta c'est ne pa une pipe (Esto no es una pipa). Efectivamente, no es una pipa, es una obra de arte. Cuando tú ves el arrumbamiento mobiliario ves un pequeño caos. Caos que tú admites pero que sabes en lo más profundo de tu ser que ese caos no te admite a ti.

    Yo te digo, que más que no saber, es estar cargado de miedo a reconocer lo que se quiere. Hagamos introspección, pero no en exceso, que luego cuesta salir del ensimismamiento.
    Y seamos antetodo honrados. En mi concepto de la honradez como expresión en todo momento de la verdad, como fundamento de la creación de tu espacio propio. Que más propio que mostrarse como se es.

    Por tu afición a la novela negra deberías de saber que si no entierras o dispones apropiadamente del cadáver este tiene la fea costumbre de reaparecer. Es una propiedad del zombi y del artefacto maryshelleyano. Por eso el maelstrom de tresillos acabara en casa de la vecina acechándote.


    El sillón abandonado

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    1. Estupefacta me hallo ante este comentario gloriosamente literario, Anónimo. Tanto es así, que como no sé qué responder, iré a casa de la vecina con la manida excusa de pedir un poco de azúcar y observaré de reojo su mobiliario a ver si allí encuentro la respuesta.

      Gracias por leer y comentar.

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  2. Te pasmaste dices?
    Como dijo el enano en la sastrería mientras se provaba unos pantalones.... "Cuan largos! Me los Fiais!

    Son las hadas las que se pueden ver de reojo son miedosas como tú, en cambio, los enanos son más bien como un borroncillo, una percepción mareada porque se mueven rapidísimo. Los atrezos de descanso somos más difíciles de escrutar. Se requieren técnicas al efecto, que no puedo revelar en público. So pena me caiga una maldición y me quede aullando a la luz de la luna. Que no es que me importe pero me pone nervioso tanto pelo.

    Por cierto te recomiendo ver: Thérèse D

    http://www.20minutos.es/cine/cartelera/pelicula/32979/therese-d/#xtor=AD-15&xts=467263
    pero mi veneno si es posible con canela.

    chaise jetée

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    1. Según el calendario, el verano ha terminado.
      Hadas, elfos, duendes y otras criaturas dormitan en los bosques, mientras el resto de los humanos seguimos amaneciendo que no es poco.
      No me van los venenos (dicen que matan) ni siquiera con canela. Prefiero un café que despeja.
      Gracias por la recomendación cinéfila.

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  3. La madurez es la constatación de que esto se acaba.
    Y uno mira a su alrededor y a veces tiene ganas de que se acabe pronto.
    Vivir no es fácil.
    Nada fácil si eres sensible.

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    1. Vivir es tan complicado como maravilloso. Yo, al menos, declaro mi intención de seguir respirando. Digamos que... tengo esa manía jajaja ja.

      Besos.

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  4. Pues querida recluta mía: así es como algunas nos sentimos desde hace tiempo, y es que lo que aparentemente pertenece a un entorno (la silla bajo la mesa, la mesilla junto a la cama), es sólo de cara a la galería. Quizás esa misma silla prefiera estar junto al contenedor, sola pero libre, tomando el sol y el aire mientras decide qué rumbo va a tomar su nueva utilidad como artefacto. Quizás sea reciclada de alguna manera y sirva con otro aspecto, para millones de cosas.

    Estamos filosóficas, eh?

    Besazos de recluta a recluta..

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  5. Siempre sospeché que eras mi alter ego, querida Analogías.
    Las sillas se reconocen entre sí jajaja.

    Besos con la única filosofía del afecto.

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  6. Estos sentimientos son momentaneos Ángela, aunque ahora parezcan bien claros no son mas que ideas tan reales como las que te vienen por la noche y luego por la mañana ves que no tenian sentido. Un placer leerte. Un abrazo compañera

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  7. Gracias Rendan.
    Debe ser que la proximidad de mi cumpleaños me aboca a la reflexión y el balance existencial. Luego me dará por buscar arrugas jajaja.

    Besos.

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  8. Estas haciendo balance de tu vida y por eso te encuentras enmedio de las dudas de la realidad.

    un abrazo

    fus

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    1. Bastante razón llevas. Es lo que tiene mirar el calendario, aunque sea pequeño y sujetes con la luna de Meliès al frigorífico ahí está "tempus fugit".
      Abrazos, Fus.

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  9. Caminamos con alas en los pies y plomos en los bolsillos, soñadoras y terrenales, pero avanzamos amiga mía. Esa silla de la que hablas también me arranca los mismos pensamientos.
    Un fuerte abrazo, cada vez más cerca.

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    1. Caminamos que es lo que importa, Auroratris. ¡Y qué fantásticos paisajes y gentes descubrimos por el camino!

      Besos.

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  10. Me encanta tu texto, la belleza de la metáfora y la sinceridad de cada palabra.
    Comprendo que tienes que conceder alguna licencia literaria porque no pareces -me refiero a la autora de carne y hueso- una silla abandonada precisamente, sólo baste leer el comentario del sillón abandonado.
    Besos.

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    1. Gracias por este comentario, Pitt.
      No soy una silla en medio de la calle, por fortuna no tengo nada de objeto y todo de sujeto, pero en la subjetividad de uno cuánto cabe... sillas, sillones, relojes, mapas y, sobre todo, esos pensamientos que se posan y se nos filtran en las venas.
      Besos.

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