Acabo de mirar en facebook fotos de gente que participa en grupos. Una de ellas me ha llamado la atención. Todos levantaban las manos y ponían caras alegres. Decidme borde y envidiosa, pero he pensado inmediatamente en un rebaño. Lo siento, pero ha sido así.
En mi descargo diré que últimamente pienso mucho en ganado. No es que me sienta pastoril o me pregunte cómo me iría en un entorno bucólico y rural. Estoy leyendo una novela bastante original titulada “Las Ovejas de Glennkill” y no puedo evitar sentir fascinación por las reses rebeldes: el negro carnero Otello, la inquisitiva y deductiva Miss Maple, o la libre Zora que contempla el mundo desde la soledad de su peñasco.
Hace poco alguien me dijo que era muy independiente. Me pregunto si lo soy. Crecí a la sombra de un antimantra materno “¡Qué inútil es mi Mari!” . Ahora, por más que me gane la vida y -como Jane en su selva- sea una superviviente del día a día, no termino de reconocerme fuerte y segura; por tanto, no lo soy.
Mi anarquía se pasea en la libertad de no pertenecer a ningún grupo, aunque pueda relacionarme fácil y tangencialmente con algunos. Nunca fui a un club, jamás he militado, a veces desaparezco en mis silencios…
Sé que necesito de otros, pero he aprendido a tejer mis propias lianas y abrirme paso en la jungla -con navajas en la liga a modo de machete-, dejándome trozos de piel y de aliento, sin por ello dejar de caminar.
Ay cómo te entiendo querida amiga. No es lo mismo no encontrar tu lugar, o no sentirse a gusto con determinados grupos, o no buscarlo siquiera que ser una persona independiente, nada que ver, estoy de acuerdo contigo, llanera y solitaria jajajajaja qué bueno el título. Cómo siempre.
ResponderEliminarBesos acompañados lucerita mía.
Al final va a llevar razón mi padre que me tildaba de ser un "gato críao en un caramanchón". La suerte es que me socializo bien jajaja.
EliminarBesos sin fronteras.
Antes sentía cierto complejo por ser tan insociable.
ResponderEliminarAhora que conozco mucho mejor a las personas estoy orgulloso de no haber participado en tantas farsas cotidianas.
Incluso me siento orgulloso.
Mejor solo que mal acompañado.
Los rebaños me resultan insufribles.
Besos.
La soledad te regala una maravillosa independencia, Toro.
EliminarEl precio quizás es alto, pero...
Besos.
Jane, a mí en cambio me gusta la gente que sonríe y que la risa se contagie.
ResponderEliminarTampoco soy de grandes grupos pero me enorgullece pertenecer a la familia que tengo. Yo creo que lo que importa aquí ni es la rebeldía ni el anarquismo, ni la borregada, sino la libertad, la conciencia y la elección de aceptarse o reconstruirse.
Interesante post.
Me gusta la gente y me relaciono bien, sin embargo mi lado silvestre surge a menudo, Beatriz. Sigo las normas básicas de convivencia, soy una persona amable y considerada, pero... en mí habita una Jane que suspira casi feliz al abrazar esa vida que solo ella dirige.
EliminarAbrazos.
Y no será que estás pasando una racha rebelde reafirmándote más que nunca? Pa mí que van por ahí los tiros.
ResponderEliminarQue viva tu independencia, qué coño!
Posiblemente algo de eso esté sucediendo.
EliminarPlebeya y republicana grito en modo IKEA ¡Viva la república independiente de Gondoland!
Besos que acompañan a la sonrisa que me has puesto.
El valerse por uno mismo nunca ha sido malo sino motivo de sentirse orgulloso. Es cierto que necesitamos tener personas a nuestro lado pero tambien es cierto que necesitamos aun mas pasar tiempo con nosotros mismos. Un abrazo
ResponderEliminarMi llamémosle independencia solo se sostiene gracias a una red de amigos de verdad que están ahí. Jane sabe que si se rompe alguna liana, o cae a lo largo de camino, hay manos que la ayudarán.
EliminarAbrazos amigo Rendan.
Con ese título es difícil resistirse a leer.
ResponderEliminarPequeña reflexión de un tan grandioso corazón... beeeee... fuera del redil
Gracias querido amigo.
EliminarSoy llanera... espacios abiertos...
Besos hasta el sur.
Llanera y solitaria y amiga, no se necesita más. Nos parecemos en muchas cosas, Gondo mía.
ResponderEliminarLa mucha gente es para la guerra, dice mi madre.
Un fuerte abrazo.
Y la gente como tú es para tenerla cerca y quererla mucho.
EliminarSabes que formas parte de mis soledades que, en tu compañía, son más leves.
Besos querida amiga.