Hoy, que soy yo quién busca el camino hasta Ítaca, recupero este texto que brotó tiempo atrás, cuando transitaba el sendero de esa otra vida que también fue mía.
Y…, vale, porque soy supersticiosa y no quiero dejar 13 entradas en abril.
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PENÉLOPE
Cada mañana de sábado tenemos una cita. El café es lo suficientemente amplio para dar cobijo a ocho mesas redondas, un perchero, la máquina de tabaco y la de frutas con premio, donde la gente pierde sueños y monedas. También hay una mesa alta, en el rincón junto a la puerta. Ya sabes que prefiero sentarme al fondo, allí pienso en ti.
A veces abro un libro, como coartada, pero en realidad te escribo cartas, o continúo la epístola interminable que llevo redactando toda mi vida. Porque siempre has estado conmigo ¿sabes? Te he presentido en noches en vela, tardes oscuras y mañanas amargas. Pero también en noches luminosas embellecidas por lunas soñadas, tardes doradas y fragantes, y mañanas pizpiretas y chispeantes. Tú, siempre tú, el compañero de mis pasos, cansados o ligeros. Tú, siempre tú, la mano que acaricia o rescata. Tú, siempre tú.
¿Cómo serás amado desconocido? ¿Cuántos matices tendrá tu voz? ¿Cómo se iluminarán tus ojos cuando sonríes? ¿Qué sombra invade tu frente cuando estás triste?
Tú, querido mío, tampoco me conoces. Pero, como yo, intuyes que alguien espera encontrarte.
Cada mañana de sábado, en el café París, junto a la oficina de correos de Ítaca, Penélope aguarda.
Que vengan más supersticiones.
ResponderEliminarY que Penélope siga explicando sus esperas.
Besos.
Gracias.
EliminarPenélope-Jane seguirá contando mientras camina hacia algún lugar.
Besos.
Recuerdo perfectamente este texto en búho, además era uno de mis favoritos. Volviendo a leerlo me vuelven los recuerdos, me pongo nostálgica ¡ayyy! que dos años más buenos hemos vivido en búho.
ResponderEliminarGracias por traerme todas estas sensaciones de nuevo.
Besos manchega divina.
Gracias Maite.
EliminarGrupobuho fue un lugar muy especial en el que descubrimos mucho sobre nosotros mismos, pero sobre todo amigos que hoy forman parte de quienes somos.
Besos y abrazos para mi Maite con quién tanto he vivido (y lo que nos queda sureña).
Yo también lo recuerdo. Por cierto, andas un poco melancólica este mes de abril, no? jeje. Un beso animoso!
ResponderEliminarEstoy como el hombre del traje gris de Sabina, querida mía. Pero como ya estamos en mayo, mes de las flores y no tengo alergia que yo sepa, me pondré los tacones y aquel vestido que me regalé laralá laralá...
EliminarBesos de primer día de mayo, con sol jugando al escondite con nubes de medio luto.
Tu texto me recuerda la frase: "y los sueños, sueños son" de Calderón de la Barca. Penélope espera, esta vez sentada en un café, a su Odiseo soñado. Bonito cruce de realidades Ángela.
ResponderEliminarUn abrazo
¡Qué gusto verte Clara!
EliminarEspero que en tu propio viaje a Ítaca hayas encontrado lo que buscabas o lo que necesitabas sin saberlo.
Abrazos alegres de verte.
Me siento muy identificada con tu Penélope, amiga mía, y tus palabras hacen esta historia, y la tuya y la mía, mucho más bellas. Tu microrrelato me ha recordado una novela corta extraordinaria, "Carta de una desconocida" de Stefan Zweig (aunque en esta obra la protagonista sí había conocido a su amado).
ResponderEliminarGracias por estar ahí cada día.
Un abrazo
Tendré que pedirte prestada la novela de S. Zweig. Tu amistad la cojo y la guardo en el corazón, como un verdadero tesoro.
EliminarBesos.
Todos esperan, convocados por un silencio de campanas; todos esperan, sombra a sombra,
ResponderEliminarque por sus ojos hable el alba.
Penélope decidió adueñarse de sus pasos y caminar en busca de su propio Ítaca.
EliminarBesos querido Funámbulus.
Escribir, leer y esperar. Penélope no ha podido elegir un lugar mejor para aguardar a su desconocido.
ResponderEliminarMi querida amiga, has despedido el mes de abril de manera triunfal.
Un fuerte abrazo para mi Gondo.
Gracias Auroratris.
EliminarEstuviste conmigo en abril y cuento contigo para mayo, junio, julio, agosto (cena el 8/8 a las 20 horas jajaja), y siempre... amiga mía.
Besos.