Pensaba que con el final del invierno comenzaría el deshielo de mi vida. De alguna manera, la referencia de futuras jornadas de luz y calor me dio ánimos en los más oscuros días de este invierno que finaliza. Pero hoy… vuelvo a sentir el abatimiento que, tenaz, empuja a la cobardía.
Por momentos me asalta la tentación de tirar la toalla y dejarme llevar sin oponer la menor resistencia. ¿Acaso no sería eso más sensato que seguir dando brazadas en un mar de dudas? Me recuerdo que no sé nadar y que en los bolsillos del alma llevo plomo suficiente para quedarme atrapada en el fondo de cualquier abismo.
Y sin embargo… Mi voz interna se niega a enmudecer mientras pierde batallas sin sentirse derrotada y aguarda esas certezas que estallan en el corazón, rotundas, viscerales y se hacen nuestras.
Tu vocecita interior tiene razón Ángela No sé que certezas aguarda, pero vacía tus bolsillos de plomo, respira hondo y coge impulso, por que hay unas alas esperándote.
ResponderEliminarUn abrazo "apretao"
Mil gracias, Clara.
ResponderEliminarHe pasado un invierno oscuro y frío, por más que viva en el sur. A veces el aliento calentaba cristales escarchados, otras veces manos ateridas perdidas en la niebla. Cruzo los dedos para seguir con ese aliento.
Besos.
A menudo ese plomo del que hablas no va en los bolsillos sino cosido en los pliegues y no podemos desprendernos de él. Lo único que hacemos es fortalecernos para poder continuar cargando con él.
ResponderEliminarNo desfallezcas.
Tú eres fuerte y además tienes también unos puntos de apoyo también fuertes.
Son los primeros rayos de sol, pero el invierno no ha acabado.
Ánimo, sigue nadando.
Un abrazo
Gracias Joaquín.
EliminarMe gusta eso de ver el plomo como la posibilidad de fortalecerse. Y bien sé con quienes cuento y cómo estáis.
Besos.
Vivir es como una espiral, qué verdad más grande!!!
ResponderEliminarAhora estás abajo, pero solamente es para impulsarte hacía arriba. El plomo es para mantenerte con los tacones en la tierra.
No nades, rema, recuerda quién era una de tus remos.
Un cálido abrazo, amiga.
¿Cómo olvidarte compañera de remo y de vida? La vida es como una espiral y todo lo que sube baja. Además ya sabes lo mucho que me gusta Serrat y su... "bienaventurados los que están en el fondo del pozo porque solo cabe ir mejorando".
ResponderEliminarAdemás... te cuento un secreto en el pozo hay sapos y ranas mucho más divertidos e interesantes que los príncipes azuletes.
Besos.
Llego aquí atraído por ese "ártico emocional" que has colgado d comentario en un blog ajeno. Y comento, quizá no importe tanto perder las batallas, como pelear en sí. La dignidad de la lucha ocupa más que la gloria del triunfo.
ResponderEliminarAsí vamos, caminando. Un ABRAZO
Gracias por pasar por mis letras, Amando.
EliminarSiempre digo que soy una buscadora, que tal vez no encuentre, pero la búsqueda en sí es apasionante.
Abrazos.
Lo importante es eso, no sentirse derrotado, el resto se soulciona con el tiempo. Un placer leerte. Un saludo.
ResponderEliminarGracias Rendan.
EliminarNo soy derrotista, sé perder y no me importa ganar, solo participar en esta aventura apasionante que es la vida.
Abrazos.
Arriba, niña, siempre arriba. Y si no sabes nadar ¡flota! Cuando hayas descansado hay que seguir brazada a brazada.
ResponderEliminarUn beso oxigenado.