Hace mucho tiempo (o tal vez no tanto…, según el calendario unos tres años) alguien me dijo que lo que más le entristecía era pensar que ya podríamos encontrarnos. Le replique que, sin duda, volveríamos a vernos. Entonces dijo:
-Vernos posiblemente, encontrarnos no.
Hasta ese momento yo nunca me había detenido en ese matiz. No he vuelto a ver a esa persona y, es cierto que, de hacerlo no sería un “encuentro”. Posiblemente recordaríamos viejos tiempos y amigos, nos podríamos al día en parte de nuestras vidas, compartiríamos un café, y nos diríamos un hasta pronto con sabor a adiós.
Si en la película “Un niño grande”, basada en la novela de Nick Hornby, el protagonista afirmaba que todos somos islas, yo he pensado que somos robinsones en nuestro peñasco de viñeta de tebeo. Tenemos la palmera con la sombra, el cocotero, y la soledad de una existencia que añora encuentros, barcos que nos rescaten, náufragos de otras vidas que lleguen a la nuestra, mensajes en botellas…
Náufragos valientes deciden talar el cocotero salvador, arriesgándose a perder sustento y sombra para construir una balsa navegando a la deriva en busca de otros horizontes.
Hay quienes se erigen auténticos robinsones y aprenden a vivir con lo que tienen.
Y otros, tan absurdos como obstinados, encendemos fogatas en las noches frías, lanzamos mensajes y esperamos “serendipitys”, entre cantos de sirenas, espejismos, sueños, y ecos de otros mares atrapados en una caracola.
Nuestra isla... Nuestro Robinsón, nuestra balsa salvadora y las tres cosas que nos llevamos; dos remos y un salvavidas, por ejemplo.
ResponderEliminarBesos, Ángela
En mi isla hay 2000 cocos y una hámaca. Se está tan bien que da pereza abandonarla jajaja.
EliminarY aquí el sol no me saca pecas.
Besos insulares.
Podemos adaptarnos o luchar por salir, es decisión de nosotros mismos. Qué queremos ser???
ResponderEliminarUn fuerte abrazo desde mi isla, amiga mía.
Besos desde la mía donde sabes que tienes esperándote conversación ante un banana colada o guiskises como dicen por ahí que tomaban las divas jajaja.
EliminarBesos salpicados de cariño.
Es que encontrarse tiene una gran connotación romántica. Y yo que le estoy dando de lado a ese tema...
ResponderEliminarSi que es bonita la palabra encuentro, Analogías. Pero nunca hay que olvidar el amenazante prefijo des que es un auténtico terrorista emocional.
EliminarAbrazos amiga encontrada.
Bonita imagen la del naufrago en su isla esperando a ser rescatado, buscando rescate o, simplemente conformandose con lo que tiene.
ResponderEliminarGracias Rendan.
EliminarSiempre me gustó la viñeta de los naúfragos en el peñasco, con el eterno tiburón amenazante, preguntándose cómo sobrevivir.
Abrazos.
Yo me pido un crucero por algunas islas, te acompaño junto al fuego una noche ¿eh?, que luego me piro... y no a buscar náufragos precisamente ufff, ya no.
ResponderEliminarMuy linda la imagen de los cocoteros en tu isla,me la he imaginado, nos reiríamos mucho poniéndoles nombres a todos jajajaj.
Besos!!
Se me ha olvidado decirte que la palabra SERENDIPIA me encanta!!
ResponderEliminarOtro beso.
La busqué en google, santo grial de los culteretas jajajaa.
EliminarTe espero en la isla y en cada lugar donde esté porque ya sabes que tenemos que hablar de muchas cosas, compañera del alma, compañera...
Besos.
Adaptarse a la situación es el salvavidas del naufrago, ya sea esperando un barco, o construyendo una balsa, la idea es subsistir.
ResponderEliminarDicen que los cementerios están llenos de valientes, y que la paciencia es la madre de la ciencia. ¿Con que nos quedamos pués?
A veces encontramos la solución, sin buscarla.
Bonita reflexión Ángela
Gracias Clara.
EliminarHace poco alguien me recordó lo difícil que puede ser caminar, y la soledad que conlleva, y citó las palabras que un día le dije:
- Tengo que caminar, porque aquí no puedo seguir.
Caminemos, aunque duelan los pies.
Besos.
Pues a mí, robinson perpetuo, me gusta la idea de las islas. De vez en cuando se enciende un fuego y se invita a uno de tus lumumbas, lugumbas, luloquesean, a los que vienen.
ResponderEliminarPara eso están los faros. Creo.
Y de todas maneras, si la isla se queda pequeña, siempre se puede construir una balsa con pieles de plátanos.
Besos anónimos siempre.
De besos anónimos nada que me has dado pistas jajajaa.
EliminarSé que la idea de la hámaca es tan irrestible para ti como para mí el chocolate.
Besos siempre querido chef.
P.D. No te olvides de otro de mis mejunges: el porchata jajaja.